miércoles, 26 de octubre de 2011

La mercantilización de la hambruna



Créalo o no, con el hambre también se especula. En el mundo, se hacen jugosas ganancias a costillas, literalmente, del hambre de millones de personas en el mundo; con el sólo fin de obtener un puñado extra de dólares.


La mercantilización de la hambruna

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 25 de octubre de 2011

En Kenia, Halima, una mujer casada y madre de dos hijos, se pregunta qué poner hoy en la mesa para su familia. Su hogar es humilde, su esposo, guardia en una prisión, percibe un salario de unos 150 euros con lo que alcanza a alimentar más o menos bien a su familia. Sin embargo, en cinco meses, la harina de maíz, producto básico en la alimentación de Kenia, ha aumentado su precio en 100 por ciento; las papas un tercio más y las verduras han alcanzado niveles nunca antes vistos.
El hambre no es problema exclusivo del cuerno de África, la organización de la ONU para la Alimentación y Agricultura (FAO) reporta la cifra de 925 millones de personas que pasan hambre, distribuidas en 26 países según datos de 2011. México no escapa al fantasma del hambre porque, aunque quiera, las condiciones no le permiten hacer frente a los elevados precios internacionales de los alimentos.
Empecemos por analizar lo más básico, la población para poder alimentarse debidamente tiene que generar ingresos suficientes. El Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, encontró que adicional al desempleo de 5.68 por ciento se le adjunta la pobreza vinculada al mercado laboral: la cantidad de personas que no pueden acceder a una canasta alimentaria subió en 23.4 por ciento en lo que va del sexenio, donde hay 18 estados con elevados niveles de pobreza. Una interpretación sencilla es que los salarios, cada vez pierden más y más poder adquisitivo, al extremo de ni siquiera poder adquirir lo mínimo para degustar un bocado. Sin duda, los problemas internos disminuyen de modo considerable las posibilidades de la población, de poder comer adecuadamente, pero, y el exterior, ¿cómo nos afecta? ¿Cómo se mercantiliza el hambre?
El País narra que en Chicago existe la sala en donde se reparte la comida del mundo, donde hombres sudorosos, tensos y de mal humor van de un lado a otro y luchan por contratos de semillas, carne y cereales. Ahí, en la bolsa de Chicago, se organiza el hambre del mundo y el destino de muchos. A raíz de las recientes crisis financieras, los inversionistas buscaron diversificar sus portafolios y el sustento del mundo resultó una opción atractiva y, sobre todo, redituable. Grandes capitales y pequeños ahorradores son atraídos en la búsqueda de inversiones más seguras, al mutar al mercado de alimentos en una copia del financiero.
El problema reside en los futuros, que son los instrumentos usados por los productores en el mercado de alimentos. Un futuro va más allá del mercado tradicional, en donde la oferta y la demanda dan un precio de equilibrio, ya que este instrumento consiste en vender de antemano las cosechas a un precio fijado. Al vencer el contrato a futuro, la mercancía era suministrada y si el precio de mercado en ese momento era menor al prefijado, el agricultor era beneficiado, en caso contrario, lo sería el dueño del contrato de futuros. Con esa operación todos ganaban: los productores limitaban sus riesgos, quienes negociaban los futuros proveían de liquidez al mercado y los consumidores veían cubierta su demanda.
Cuando los inversionistas del mercado financiero incursionaron en el de alimentos se creó un gran problema que consiste en que dichos contratos no eran convertidos en mercancías, del total de esos contratos sólo 2 por ciento son convertidos en mercancías y el restante 98 se vende para obtener ganancias rápidas. Antes de que estos caduquen son vendidos en el mercado y el dinero obtenido en su venta es utilizado en nuevos futuros financieros, y es así como los inversionistas generan un círculo vicioso, ya que jamás tienen un contacto real con los auténticos precios de mercado. Los especuladores afirman que ellos no son responsables de inflar los precios de los alimentos, sin embargo, el Departamento de Mercados y Comercio del Instituto para la Investigación de la Política Alimentaria de Washington (IFPRI), al revisar los mercados de maíz, la soya y el trigo, comprobó que los precios reales seguían a los precios de los futuros.
A estos inversionistas no les importa nada fuera de las ganancias, por ejemplo, que desde marzo el costo de los alimentos haya aumentado 39 por ciento ni que el precio de los cereales lo haya hecho 71 por ciento al igual que los aceites y grasas, destinados a la alimentación; en su pequeño nicho esto no les afecta en lo más mínimo, pero en países pobres del mundo donde 70 por ciento del magro presupuesto de sus habitantes se destina para comer, es cosa de supervivencia. Además, existen otros factores que intensifican la avaricia, como lo es el cambio climático, la proporción de tierras de cultivo dedicadas a biocombustibles y la mejoría en la alimentación de países emergentes como China e India; y el aumento de la población mundial.
Oliver Shutter, de la ONU, y el IFPRI consideran que sí hay un efecto en los precios a raíz de estos fenómenos, aunque sus dimensiones reales son magnificadas por los especuladores, los cuales crean variaciones en los precios mediante el temor a la carestía de alimentos. Las ganancias son jugosas como sandías, un buen ejemplo es Goldman Sachs, un grupo inversionista de los más grandes del mundo, el cual ganó más de 5 mil millones especulando con materias primas, siendo éstos un tercio de sus beneficios netos. Sería ideal que como sugiere la Biblia se pudieran multiplicar, así de sencillo, los panes, y no sólo los dólares, a costa del hambre del mundo. Hasta el próximo martes.
http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/10/25/la-mercantilizacion-de-la-hambruna/

Las ventanas mexicanas rotas


Se dice que una ventana rota, de no repararse, deriva en más ventanas rotas y además; con el paso del tiempo a terminar en asuntos más severos. ¿Qué pasa si aplicamos esto al caso de México?


Las ventanas mexicanas rotas

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René Fernando Lara Cervantes
Martes 18 de octubre de 2011

Imagine el siguiente experimento: tome un auto en buen estado, llévelo a un barrio descuidado y poco amigable a su elección, deje las puertas abiertas y espere a ver qué ocurre. ¿Puede imaginarse el resultado? El experimento anterior fue conducido por el psicólogo Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford, en 1969. Zimbardo abandonó un coche, como mencioné antes, en una calle del Bronx, donde en un lapso de 10 minutos empezaron a robar sus componentes y al no quedar nada de valor, comenzaron a destrozarlo.
Ahora extienda el experimento a otro contexto, ¿qué pasará si deja un auto igual, en buen estado, pero en un barrio rico? El psicólogo de Stanford dejó en un barrio rico de Palo Alto, California, un coche en condiciones similares. Transcurrió una semana y nada había pasado, el coche seguía intacto. Entonces Zimbardo dio un paso más y con un martillo destruyó algunas partes de la carrocería. En apariencia, era la señal esperada por los habitantes de Palo Alto, y en pocas horas el vehículo estaba tan destrozado como el del Bronx. Los resultados del experimento fueron utilizados por James Wilson y George Kelling para formular la teoría de las ventanas rotas que versa sobre el contagio de las conductas inmorales o incivilizadas, los autores utilizan el siguiente ejemplo para fundamentarla: “si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué? Porque es divertido romper cristales, desde luego. Pero, sobre todo, porque la ventana rota envía un mensaje: aquí no hay nadie que cuide de esto”.
México puede ser el edificio del ejemplo, destruido por criminales que cometen hechos violentos; asaltados sus componentes, palabra que aproxima bien al concepto de patrimonio, por criminales de cuello blanco; y otras tantas ocasiones vapuleado por la escasez de valores de una ciudadanía que comete actos, flagrantes pero aparentemente inofensivos. Las ventanas rotas en México son muchas, por ejemplo, el despliegue de cinismo y falta de compromiso del diputado federal Jorge Kahwagi con su responsabilidad y función, quien luego de no asistir en lo que va del año se presentó a una sesión, según la nota periodística, desaliñado, mentalmente ausente y en un estado deplorable para quien ocupa una curul en la máxima legislatura de nuestro país. Se presentó únicamente para frenar la propuesta de la Reforma Política en cuanto a la reelección de legisladores y alcaldes, donde su voto era decisivo. Uno de los cristalazos de la semana pasada, que en palabras del diario El Siglo de Durango, “en el señor Kahwagi se resume el perfil de aquel que vive de los impuestos de los demás, que no tiene los méritos suficientes, ni la capacidad para ser un servidor público”.
Otro cristalazo y no menos importante corresponde al pan de cada día de los medios de comunicación, la crisis de seguridad. El secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el pasado 13 de octubre en comparecencia ante el Congreso de la Unión confrontó a los diputados, que le criticaron fuertemente por no haber logrado reducir el miedo, la violencia, los asesinatos, las desapariciones y violación a los derechos humanos a pesar del incremento del gasto en la SSP. La Jornada (nacional) reportó que al preguntarle si ya ha pensado cómo vivirá con el problema de la seguridad cuando deje ser secretario y sea ciudadano, o en dónde estaba cuando se fraguó el operativo Rápido y Furioso; García Luna simplemente guardó silencio. Si sumamos a este silencio, la cifra oficial de los cerca de 50 mil muertos por el combate al narcotráfico, queda roto un ventanal enorme, que aún no ha sido reparado para evitar la proliferación de la violencia, el miedo y el terror con los que lidiamos cada día los ciudadanos mexicanos.
La última ventana rota de este análisis corresponde a Felipe Calderón, quien al ser entrevistado por el diario The New York Times sobre temas de seguridad y crimen organizado arguyó que prefirió no reclamar al gobierno estadounidense ni a la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego (ATF, en inglés) sobre el operativo Rápido y Furioso, pues no serviría a los intereses de México. Según FECAL, de hacerlo debilitaría a los verdaderos aliados de México en la guerra contra el crimen organizado, además trató de darle una ventaja comparativa a su devaluada estrategia en el combate a la delincuencia, argumentando que la solución de muchos priístas para resolver la crisis de inseguridad es a través de supuestos acuerdos que hubo en el pasado con el crimen organizado y que se cree podrían funcionar hoy. Los argumentos de Calderón respecto a la inseguridad no tienen coherencia. Si la seguridad de los mexicanos no está dentro de los intereses de México, no imagino qué lo estará, y es así como nuevamente apedrean los ventanales de nuestro país.
Según El País, cuando aparece un grafiti en una pared, si no se borra pronto, toda la pared –y las circundantes– aparecerán llenas de éstos. De ahí la importancia de mantener la ciudad limpia, las calles en orden, los jardines en buen estado; por eso la relevancia en la conciencia de los ayuntamientos sobre estos asuntos. Si extrapolamos esto a otros ámbitos, como el de los dirigentes de la nación, el caso del diputado Kahwagi nos debería concientizar sobre la intolerabilidad de esa conducta en un servidor público. ¿Se repite este comportamiento? Para saberlo pregúntese: ¿Calderón y García Luna obedecen las normas (tácitas y/o explícitas) para mantener el orden en el país, mientras éste se deteriora a una velocidad sorprendente, y actúan con respeto a los derechos humanos? Al no estar esto claro, ni las normas mismas para los ciudadanos, es probable que como sugiere la teoría estemos enviando el mensaje, para este caso específico, de que no hay nadie que vigile las acciones de los “guardianes” de nuestro México, favoreciendo la expansión y prosperidad de conductas cínicas e inmorales.
Como sugería el filósofo Kant: actúa siempre de modo que tu conducta pueda ser considerada una regla universal. Así que no sobornemos, no robemos y no defraudemos; recuerde, romper cristales puede ser un placer, algo salvaje y tal vez divertido para algunos; pero cambiemos, nosotros ciudadanos, para cambiar a México. Es tiempo de pensar en los demás. Hasta el próximo martes.

Compromiso especulativo


Niego categóricamente, que profese un nacionalismo exacerbado, como dijo Felipe Calderón el día de hoy hablando sobre Pemex. Lo cierto es que me parece, y creo que la mayoría está de acuerdo, en que Pemex tiene primero un compromiso con México que con el extranjero y que el petróleo es, sin temor a afirmarlo, propiedad de los mexicanos. El éxito de Pemex y su compromiso con México es cuestionable y a continuación, mi opinión sobre el tema.


Compromiso especulativo

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René Fernando Lara Cervantes
Martes 11 de octubre de 2011

El pasado septiembre fue temporada de fiestas patrias; vestir las calles de verde, blanco y rojo, con las banderitas, prendedores y sombreros vendidos por los comerciantes ambulantes. Tiempo de recordar que debíamos sentirnos orgullosos de nuestro México y por supuesto de ser mexicanos independientes; o bueno, al menos ésa era la idea. Pero septiembre también fue un mes de sucesos importantes para la economía de la nación, de por sí inmersa en la crisis que se vive a nivel internacional. Y como muestra de la falta de compromiso para combatir las causas que lastiman y retrasan a México, nada mejor que la empresa paraestatal ícono del nacionalismo mexicano: Pemex.
En el pasado mes, según cifras de La Jornada (Nacional), la producción petrolera de crudo se vino abajo en 55 mil barriles diarios, cantidad que se incrementa dramáticamente, si comparamos las cifras de enero a septiembre de 2010 contra las de 2011. Se puede apreciar que el total de la caída de la producción es de 87 mil barriles diarios.
Esto no puede parecer tan significativo, ya que Pemex ha reportado excedentes por 17 mil 191 millones de dólares en nueve meses y aún mantiene su meta de producción oficial anual. Sin embargo, la caída en la producción es innegable que ha sido compensada sobre todo por las elevadas cotizaciones del crudo a nivel internacional, ya que su precio promedio ha estado hasta 37 dólares por arriba de lo presupuestado.
Aquéllos que estiman las cuentas en este rubro del presupuesto federal para 2012 han corrido con suerte. La conclusión de todo esto: tenemos una total dependencia de la especulación para que la industria petrolera genere ingresos. Entre otras noticias relacionadas con Pemex, se encuentra la de su reciente conflicto con la petrolera española Repsol, la que emprendió acciones legales contra la compra de acciones efectuada, alegando irregularidades en la operación. La Jornada (Nacional) informó que la adquisición se realizó con recursos de su filial PMI International, con sede en Ámsterdam.
Además, Suárez Coppel, director de Pemex, aseguró que el financiamiento de la empresa en México no está en riesgo ya que se invierte dentro de las restricciones presupuestales pertinentes. Sabido esto, consideremos ahora la siguiente situación: durante septiembre, inversionistas foráneos sacaron del país 4 mil 650 millones de dólares, siendo el mayor retiro mensual de financieros extranjeros en los últimos dos años, de acuerdo al Banco de México (BdeM).
El peso registró en ese mismo mes una devaluación de 12.5 por ciento que llevó el dólar a niveles superiores a los 14 pesos. La mayor parte de esa inversión estaba concentrada en bonos gubernamentales, lo que en realidad la hace estéril para el país, es decir, que sólo el inversionista ve florecer los rendimientos y poco se aporta realmente al desarrollo de la nación.
Ahora bien, si relacionamos la noticia de la fuga de capitales con el caso de las inversiones de Pemex en el extranjero y la caída de la producción, que está acompañada de un aumento en los excedentes monetarios por la venta de crudo; sería pertinente establecer las prioridades.
Pemex como empresa gubernamental, teóricamente debería estar comprometida, y más que nunca en tiempos de crisis, con el futuro del país. Así que, a manera de sugerencia: ¿por qué no mejorar la capacidad energética del país y otras áreas, a través de inversión doméstica; empleando recursos hoy abundantes, pero que según las variaciones del precio internacional del petróleo, corren el riesgo de llegar a ser sumamente escasos?
Para evaluar el compromiso de Pemex, considérese el ejemplo siguiente: el pasado 3 de octubre, La Jornada (Nacional) dio a conocer que Pemex extendió el plazo para que las gasolineras se sumen a contratos de ventas de primera mano. Tal contrato se refiere a la eliminación de la exclusividad para que las gasolineras distribuyan los combustibles, e incorpora a un tercero para el almacenamiento, distribución, venta y autoconsumo de petrolíferos. La idea es que una persona física o moral pueda adquirir petrolíferos directamente con Pemex Refinación. Como idea es buena, sin embargo, puede generar un incentivo perverso, ya que este tipo de esquemas funcionan bien en un contexto con una competencia bien regulada y con instituciones que sancionen, si las reglas son violadas; lo cual no es el caso mexicano.
Los gasolineros señalaron que estas nuevas disposiciones incentivarán el mercado ilícito de combustibles, además de violar los contratos anteriores, aún vigentes respecto a la exclusividad y venta de hidrocarburos.
Pemex es una empresa controversial que a pesar de ser uno de los íconos del nacionalismo mexicano recientemente ha estado perdiendo representatividad en ese sentido. La paraestatal de ahora parece distante de la nación, vende crudo e importa gasolina cara; disminuye la producción y depende del precio internacional del petróleo; e invierte más allá de nuestras fronteras (algo que en circunstancias económicas normales no tiene nada de malo), y ve salir millones de dólares de capital extranjero de nuestra nación.
Y, para rematar, incentiva aún más la volatilidad de precios de la gasolina con sus nuevos contratos de ventas de primera mano. ¿Por qué el gobierno y los administradores de Pemex toman tales decisiones? Una respuesta pueden ser las líneas de Macario Schettino, colaborador de El Universal, en su colaboración donde analizó las aportaciones de Steve Jobs, fallecido fundador de la empresa Apple. “Decía ayer El Universal, ‘adiós a un hombre que cambió al mundo’. Pudo hacerlo porque el cambio, en su contexto, no era sólo aceptable, sino anhelado. Como vamos, eso jamás podrá decirse de un mexicano”. Todo un reto. Hasta el próximo martes.

¿Dónde quedó Robin Hood?


En tiempos de tan mala distribución de la riqueza, nos preguntamos dónde está el héroe del bosque de Sherwood, Robin Hood, y ante su ausencia, ¿están haciendo algo los millonarios mexicanos por su país, como lo hacen millonarios en otras partes del mundo?


¿Dónde quedó Robin Hood?

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 4 de octubre de 2011

La crisis europea y la norteamericana han puesto en la cuerda floja la viabilidad del sistema capitalista para alcanzar los objetivos de desarrollo económico que se imponen diversas naciones a lo largo del globo. En Estados Unidos, la solución planteada consiste en austeridad y en reducción del gasto a través de recortes presupuestales, donde algunos programas de asistencia social pueden verse severamente afectados, mientras los países de la Unión Europea (UE) de igual manera buscan ajustarse a las medidas de austeridad impuestas en su mayoría por el FMI para escapar de la crisis que los asedia.
Una de las medidas no sugerida por el FMI ni los gobiernos es una mayor carga fiscal sobre las grandes fortunas de los millonarios, con el propósito de apoyar financieramente a las arcas de los gobiernos conminados por la crisis a recortar sus presupuestos para mantener un cierto nivel de autoridad y consistencia. ¿Qué tan conveniente es esta medida? ¿Para el caso mexicano, esta alternativa sería viable? Definamos ahora qué son los impuestos, cuáles son sus objetivos y sus implicaciones en una nación.
El impuesto como tributo generalmente es una obligación hacia un acreedor regido por derecho público. Los impuestos se ejercen sin excepción por el Estado con el objetivo de financiar sus gastos y se rigen por la denominada “Capacidad Contributiva”, cuya sugerencia básica es que los que tienen más, aporten en mayor medida al financiamiento estatal para así consolidar la equidad y fomentar la solidaridad.
Por ello, las personas y las empresas están sujetas a diferentes impuestos para que el Estado pueda financiar la creación de bienes y servicios públicos en diferentes áreas como lo son salud, educación, asistencia social, transporte, entre otros. En el contexto mexicano, los impuestos deberían ser las herramientas para enderezar el rumbo de nuestro país.
La Jornada (nacional) informa que, a 2007, México había caído 10 lugares en el índice de distribución de riqueza calculado por el FMI y con tendencia a seguir perdiendo posiciones, además junto a las intermitentes y modestas etapas de crecimiento que ha mostrado la economía mexicana, las cifras muestran que el crecimiento viene acompañado de un deterioro en la distribución de la riqueza, lo que conlleva a preguntarse quién es el gran ganador.
Volvamos al caso europeo y norteamericano, donde inicialmente el millonario Warren Buffett solicitó al presidente Barack Obama incrementar los impuestos a los más ricos de su país para reducir la abultada deuda fiscal. Según CNN Expansión, Buffet criticó fuertemente al gobierno estadounidense por dejar que los millonarios continúen con sus privilegios tributarios.
El País precisa que a Buffett se le aplicó un impuesto de 17.4 por ciento a su fortuna cuando a un empleado medio se le carga 46 por ciento. Y explicó que consiguió pagar la mitad de impuestos gracias a huecos en la estructura fiscal, pagando aproximadamente 6.9 millones de dólares en impuestos, cantidad que puede parecer mucho dinero, pero que porcentualmente es menor a lo que pagaron el resto de los empleados de sus oficinas.
Buffett refuerza sus argumentos recordando que los ochentas y noventas, con tasas impositivas mayores, fueron las décadas de mayor inversión y empleo. Las declaraciones del tercer hombre más rico de Estados Unidos no pasaron inadvertidas y tanto “millonarios comunes”, caracterizados por estar en el proceso de consolidar sus negocios y fortunas, ya que dependen de sus ganancias para reinvertir en sus negocios; así como congresistas expresaron su descontento hacia esa sugerencia.
Algunos de estos millonarios argumentan que Buffett no es su representante y no puede decidir por ellos. Por otro lado, El Economista registró que los congresistas acusan a la medida de potenciar una “lucha de clases”, con el argumento de que ésta puede ser muy buena para la política pero pésima para la economía.
El republicano Ryan dijo a la cadena Fox News: No necesitamos un sistema que busque dividir a la gente. No necesitamos un sistema que haga presa del temor envidia y ansiedad a la gente. En contraste, algunos hogares de ingreso relativamente alto mostraron su disposición a ceder un poco más en materia fiscal, dispuestos a pagar el dos o tres por ciento más de lo habitual con el fin de hacer más llevaderas las medidas de austeridad.
Por su parte, La Vanguardia reportó que millonarios franceses instaron al gobierno a cobrarles más impuestos con el objetivo de resolver los problemas financieros del país. Dieciséis ejecutivos de compañías, líderes empresariales e individuos pidieron la creación de una contribución especial para personas acaudaladas sin afectar los flujos de capital.
El presidente Nicolas Sarkozy ya planea recortar algunas exenciones tributarias que benefician a los ricos en el intento de recaudar entre 5 mil y 10 mil millones de euros en ingresos adicionales para el presupuesto del año próximo.
Los estadounidenses y los franceses dan ejemplo de lo que significa hacer un compromiso con la nación. Un ejemplo de gratitud con el país que les permitió amasar la fortuna que tienen actualmente. En México tenemos a Lorenzo Zambrano, líder de Cemex, una de las cementeras más grandes del mundo; a Carlos Slim, nada menos que el primer lugar en la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, y a Emilio Azcárraga, dueño de Televisa, por mencionar unos ejemplos.
Personajes aparentemente con una codicia sin límites pues ni una palabra han dicho sobre cómo pudieran contribuir a abatir la crisis económica que afecta a nuestro país, su país. Sobre el Estado, ni qué decir, su política fiscal parece estar sometida para el beneficio de hombres como éstos, dueños de monopolios que mandan y reinan en México.
La mala distribución de la riqueza debe ser abatida por un gobierno y ciudadanos con compromiso, que busquen un mejoramiento de la ya enredada situación, no podemos quedarnos cruzados de brazos, como pueblo se debe exigir igualdad de condiciones para poder hacer contrapeso a los grandes monopolios. No podemos quedarnos a esperar a que llegue Robin Hood y le robe a los ricos para darle a los pobres, porque para empezar; la deteriorada situación ambiental de nuestro país no le dará, ni siquiera, un bosque para refugiarse. Nos leemos el martes.