viernes, 25 de noviembre de 2011

La bofetada tiene seis dígitos


   Las fiestas navideñas se aproximan, y con ellas el aguinaldo, esa compensación tan esperada por muchos para cubrir diversos rubros de sus gastos personales y familiares. Sin embargo, para mexicano el monto recibido será diferente, se han puesto a pensar, ¿Cuál es la diferencia entre los aguinaldos de alguien que gana el salario mínimo, respecto a la de los altos funcionarios?


La bofetada tiene seis dígitos


NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 22 de noviembre de 2011

Las fiestas decembrinas están en puerta, nos encontramos a escasos días de la celebración de la Navidad, el Año Nuevo y el Día de Reyes. Esferas de vivos colores, árboles de Navidad con escarcha y relucientes estrellas en la punta, adornos luminosos y los típicos nacimientos comienzan a inundar, como los pastores raudos y presurosos, las calles de las ciudades, hogares, centros comerciales y pequeños negocios.
Una época con marcada estacionalidad y entiéndase ésta como una brusca variación en alguna variable respecto a su comportamiento normal. Por ejemplo, en el caso de las celebraciones decembrinas, el consumo y el ingreso de los trabajadores se disparan a niveles superiores al promedio del resto del año a través de aquella ansiada compensación: el aguinaldo.
Se sospecha que el origen del aguinaldo se remonta a una antigua tradición pagana de procedencia celta; a su vez, hay evidencia de que en el extinto Imperio Romano se rendía culto a los dioses Apolo y Saturno para encomendarles las cosechas.
Tradicionalmente se intercambiaban regalos para motivar la ocurrencia de hechos positivos y esperar un mejor mañana; según relata Publimetro. Si nos apegamos a la historia, en términos generales el aguinaldo puede ser considerado como un regalo, o legalmente, como una obligación.
En México, desde 1970 adquirió ese estatus: la Ley Federal del Trabajo establece que el patrón entregará una bonificación no inferior al monto del sueldo quincenal y se pagará en la primera quincena de diciembre. Para muchos mexicanos que laboran en la economía formal, esa gratificación representa muchísimas cosas; más allá de la compra de regalos y las cenas típicas de esta temporada a consecuencia de sus bajos ingresos.
Sin embargo, no a todos les va mal, y es que hay aguinaldos hasta de 6 dígitos, privilegio sólo de 1 por ciento de los mexicanos, la élite burocrática.
Enrique Galván Ochoa, en su columna “Dinero”, reporta los ingresos anuales, en millones de pesos, de funcionarios como el presidente de la Suprema Corte, quien percibe un ingreso de 5’892,778; el presidente de la República, 4’207,644; los senadores, 2’709,051; los diputados, 1’918,840; el presidente del IFE, 4’124,880 y el presidente del Inegi, 3’312,868, información obtenida de documentos de la Cámara de Diputados.
Estas cifras representan el ingreso anual bruto, sin descontar aún los impuestos, aunque en realidad no merman mucho el ingreso final percibido por la élite burocrática. Basados en esta información, podemos imaginar la estratosférica cantidad que estos funcionarios reciben, año con año, por concepto de aguinaldo. El portal de Noticias MVS difundió los datos divulgados por el diputado federal del Partido del Trabajo (PT) Gerardo Fernández Noroña, donde las cifras son sorprendentes; Felipe Calderón se llevará de aguinaldo 360,752 pesos, cada secretario de Estado, 358,768; el presidente de la CNDH, 343,281; cada senador de la República, 234,975; cada diputado federal, 198,257; el magistrado presidente del Tribunal Electoral recibirá 480,429; el ministro presidente de la SCJN obtendrá 479,690 y el secretario general del Senado, 463,707 pesos.
Ahora comparemos, El Sol de México estima que, si tomamos en cuenta a un obrero que gana el salario mínimo de 59.82 pesos diarios, éste necesitaría laborar 22 años las 24 horas del día para obtener una gratificación similar a la del presidente de la SCJN. Asimismo, se estima que el gobierno federal erogará más de 80 mil millones de pesos para pago de aguinaldos, suma de la cual 75 por ciento será absorbido por los más altos puestos públicos del país.
Sería interesante que nuestros funcionarios se pusieran en los zapatos de los 52 millones de pobres que viven en nuestro país, a ver cómo se sentirían respecto al fastuoso aguinaldo que las autoridades reciben en relación a los 900 pesos que un mexicano con el salario mínimo obtendrá como bonificación.
Démonos una idea del alcance del aguinaldo de estos funcionarios, sólo con lo que percibirá el presidente de la SCJN, éste sería capaz de adquirir una camioneta Murano nueva y pagarla al contado, agregando unos pesos más de su bolsillo ya que su precio es de 480,800 pesos.
Mientras, para el grueso de los mexicanos el aguinaldo llega a ser tan reducido que en muchas ocasiones ni siquiera se destina para cumplir algún deseo personal o familiar; la precariedad salarial hace que esta prestación se utilice para no descapitalizarse por completo.
Instituciones como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomiendan que las deudas se conviertan en una prioridad, en concreto, se refieren a aquellas provocadas por el crédito al consumo, cuyos efectos se magnifican por las elevadas tasas de interés.
Además, cabe mencionar que un gran contra del crédito al consumo es ser estéril respecto a generación de riqueza y crecimiento económico.
En el sexenio de Salinas de Gortari se dio rienda suelta al abuso, con el argumento de que los funcionarios deberían ser bien pagados para evitar la corrupción, aunque el tiempo nos ha demostrado lo contrario, arguye Galván Ochoa. Y a diferencia de los empleados, que muchas de sus prestaciones y bonificaciones dependen considerablemente de su productividad, a los altos funcionarios se les otorgan íntegros, sin importar haiga sido como haiga sido, su desempeño.
Quizá sea muy pronto para desearle una feliz Navidad, que sinceramente, después de ver la bofetada de seis dígitos que dan nuestros funcionarios a 52 millones de pobres, sería hipócrita.
Felipe Calderón adquirió en oferta durante el Buen Fin, el musical Los Miserables, basado en la novela de Víctor Hugo; al menos no la compró en versión pirata o la bajó de Internet, para ahorrarse algunos pesos de sus magros ingresos. Hasta el próximo martes.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El valor económico de la inseguridad


Antes que nada, me gustaría hacer una aclaración. Sinceramente este no es uno de mis mejores trabajos, he estado bajo algo de presión y no quedó de la calidad que yo hubiera deseado, si es la primera vez que visitas mi blog, te pido de favor de no juzgues la calidad de mis trabajos por este en especial. Me parece que los otros tienen mejor calidad, a pesar de que el contenido informativo de este me parece bastante aceptable.

Aquí les dejo un artículo sobre los costos, en pesos y centavos, de la violencia en nuestro México, que aún no ve la luz de un mañana más pacífico y próspero.


El valor económico de la inseguridad


NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 15 de noviembre de 2011

Los reiterados eventos violentos, provocados por la crisis de seguridad, afectan sustancialmente el modo de vida de la población mexicana. La violencia de la que México es objeto, no discrimina, al contrario, incluye y junta; ya que no distingue edad, sexo o estrato social. Los costos de la crisis de seguridad no se limitan sólo a la estratosférica cantidad de muertos, producto de la actual estrategia de combate a la delincuencia. Y es que la sangre derramada, el daño psicológico y patrimonial padecido por las víctimas, se puede expresar en pesos y centavos.

Si usted, como ciudadano o empresario, ha sido víctima de algún tipo de delito, con seguridad habrá hecho algunos cambios en su estilo de vida, sobre todo para no volver a sufrir este tipo de experiencias ofensivas y desagradables, o bien habrá hecho ya algo para prevenirlas. Esos cambios, aunque probablemente no le resulten evidentes a primera vista, tienen un costo en pesos y centavos.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en una investigación realizada en 2007, aporta una clasificación de los costos en que se incurre a raíz de la inseguridad. Los costos preventivos, que se componen de la contratación de seguros (cuyas primas han ido al alza), el gasto en sistemas de alarmas, vigilancia privada, construcción de bardas y rejas, adquisición de accesorios de seguridad para auto o de cerraduras especiales para protección de inmuebles. Estos costos también toman en cuenta el monto de los robos a hogares y empresas, el presupuesto federal destinado a seguridad y el costo que representa para los agraviados por un delito, el presentarse a denunciar.

Los homicidios también son considerados. En 2005, su mayor proporción se encontraba en personas que tenían entre 20 y 40 años de edad; golpeando así a la población económicamente activa (PEA) y al bono demográfico de México, tendencia que se mantiene más o menos constante y que merma sus potenciales beneficios. Por último, las preferencias de consumo se ven afectadas en relación con el tipo de artículos que gustan al consumidor, la compra de artículos como joyería, ropa y otros más se ve afectada por sumisión a la inseguridad y no por elección propia.

Al paso de los años, se facturan costos cada vez más altos a causa de la inseguridad, y es que desde el año 2008 los porcentajes de violencia se dispararon. La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes pasó de 9 en el año 2008 a 22 por cada 100 mil actualmente, cifra que según BBVA Research sólo se observa en países que se encuentran en guerra y que se traduce en un costo de 200 mil millones de pesos para los mexicanos, producto de la contracción del gasto en el consumo de las personas y empresas.

Esta millonaria cantidad representa un monto cercano a un punto porcentual del PIB, además los expertos aseguran que en el corto plazo, es difícil observar los efectos de la inseguridad en las decisiones de inversión. Sin embargo, las empresas operantes sí perciben un costo inmediato. CNN Expansión informa que en México, 27 por ciento de las empresas que participaron en el estudio El impacto de seguridad en México en el Sector Privado, 2011, realizado por la American Chamber México (AmCham), reconsideraron sus inversiones por la situación de inseguridad. Se estima que entre 2 y 10 por ciento de los costos totales de operación de las compañías los absorbe el rubro de seguridad, y de acuerdo con El Sol de Cuernavaca se ha llegado al extremo de imposibilitar las operaciones de las empresas sin tomar estos costos en cuenta, debido a extorsiones o amenazas de secuestros de las cuales son blanco los empresarios.

La violencia alcanza desde el pequeño comerciante hasta los grandes empresarios, y a pesar de que oficialmente no existe el impuesto por protección, durante el sexenio de Felipe Calderón, éste ha llegado a ser el más pesado, y desde que el PAN comenzó a gobernar en el año 2000, se ha incrementado poco a poco, declaró Rafael Ranero Barrera, representante del Instituto Político Empresarial (IPE). Hoy día los empresarios requieren invertir más para el traslado seguro de mercancías, por ejemplo, en sistemas de rastreo satelital o contratación de algún camión escolta; respecto a la protección de las instalaciones de sus empresas, éstos recurren a cercas, normales o electrificadas, circuitos cerrados y personal de vigilancia para las instalaciones, e incluso a nivel personal, para la protección de sus empresarios. El resultado de este cúmulo de factores ocasionados por las altas tasas de criminalidad, sumado a la mala situación económica, hace prácticamente imposible la generación de empleos o de nuevas empresas en el país, aseguró Ranero Barrera.
La inversión es un factor determinante para el crecimiento y el desarrollo, y las nuevas empresas, la materia prima para crear empleos dignos y bien remunerados. El paradigma más común considera a la inseguridad en términos de muertos, número de delitos y cualquier otra estadística similar, que las corporaciones de seguridad y otros organismos relacionados aporten. Pero su efecto en la producción y el consumo es igualmente dañino al encarecer los bienes y servicios de las empresas, y obligar al consumidor a cambiar sus preferencias al mismo tiempo que éstos dos motores de la economía deben desprenderse de recursos que pudieran ser aprovechados de manera productiva.

Quizá 1 por ciento del PIB, por los costos de la inseguridad, suena efímero y despreciable, sin embargo, ya equivale, según el presupuesto destinado para 2011, a 78 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Educación Pública, de acuerdo con cifras de El Economista, sólo por citar un ejemplo. Bien se menciona en el libro de El poder del perro, que los mexicanos admiramos a quien resiste más golpes de los que da; pero hay límites, límites que aún difusos, desconocidos para una sociedad experta en sobrevivir al asedio de constantes desgracias. ¿Cuánto más vamos a resistir y tolerar estas barbaries que nos prohíben crecer y, sobre todo, nos someten? Nos leemos el próximo martes.

http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/11/15/el-valor-economico-de-la-inseguridad/

martes, 8 de noviembre de 2011

El vagabundo y el perro.

Esta entrada consta de una pequeña reflexión que fue inspirada, en una de esas largas caminatas que tanto me gusta dar. A cualquiera que entre a este blog, les recomiendo que la lean, expresa un poco mi visión y mi sentir, del mundo en que vivimos.


Hace un par de semanas, en un día frío y gris, me encontraba caminando por una calle empedrada, cuando de pronto; vi apostado contra un muro a un vagabundo, cubriéndose del temporal con una roída cobija. Bajé un poco más la mirada y noté, que junto a él, compartiendo la manta, se encontraba su compañero: un perro.

El hombre pedía unas monedas para sobrevivir el día, a sus pies se encontraba una pequeña lata,  la cual la gente que pasaba no pateaba  de milagro. Por la rúa transitaban hombres vistiendo abrigos caros, chicas perfectamente maquilladas, a la derecha un tour con visitantes rusos se dirigía al otro punto de interés de la ciudad; de una tienda aledaña salía una mujer mayor con una bolsa cargada de joyería  y a unos metros, dándole la espalda al vagabundo,  un turista japonés con su Nikon, tomando fotos.

La gente pasaba, aparentando al menos, que todo andaba bien en su vida; pasaban al lado del hombre, como si este no existiera, como si fuera una piedra más que recubre la calle para ser pisada, como si se tratara de un objeto, inanimado y desagradable.  ¡Cling, clang!  Era el sonido de algunas monedas que rebotaban contra el fondo de esa pequeña lata, a la vez que el hombre hacía una pequeña reverencia y daba las gracias por la caridad. 

Las sensaciones provocadas  por la totalidad de esa representación, fueron  a lo más profundo de mi ser. Compasión, tristeza y frustración se mezclaron en un cóctel de emociones que me invadieron por un largo rato. Compasión por la situación del hombre, tristeza y frustración, por la impotencia de  poder hacer muy poco, o nada, por él.  

Hice lo mejor que podía, arrojar unas monedas a lata, -¡Cling, clang! escuché-  el eco de esas monedas  danzando en  el fondo metálico fue estridente, fue un recordatorio claro de que los privilegiados en numerosas ocasiones, se olvidan de lo que tienen, piensan todo en términos de dinero y como multiplicarlo, se vuelven esclavos del glamour y las riquezas.

Quizá ni siquiera, gocen de una verdadera amistad, y por experiencia propia con los canes; al menos aquel hombre puede presumir que goza de un verdadero amigo, que nunca  va a separarse de su lado así vista harapos, no sea dueño de grandes riquezas y deambule por los helados callejones, buscando sobrevivir. 

Ilusionista tequilero, mal consejero


En la pasada reunión del Grupo de los 20 (G-20), no podían faltar los disparates de alguno de los asistentes, el cual hubiera preferido no fuera mexicano. Pero bueno, que le vamos a hacer, aquí les dejo mi colaboración de este martes, con un análisis sobre el tema.


Ilusionista tequilero, mal consejero


NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 8 de noviembre de 2011

El sábado anterior, en la cumbre del Grupo de los 20 (G-20), el presidente Felipe Calderón recomendó la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la resolución de la crisis de deuda de la Unión Europea (UE). Calderón Hinojosa sugirió aplicar la receta usada en América Latina en los años 80 y 90, México incluido, ya que la situación es desesperada como en el caso griego, donde cada habitante, sin distinción de edad ni género, debe 32 mil euros. Refirió La Jornada (nacional).
Curiosos e intrigantes los consejos de Felipe en la cumbre del G-20, sobre todo porque proviene de un país en donde nos hemos hecho expertos en sobrevivir a las crisis, y no en resolverlas. Ésa es la cruz de nuestra parroquia, a la que, supongo, el líder del Ejecutivo federal olvidó en Los Pinos o no tuvo espacio para ponerla en sus maletas antes de viajar a Francia.
¿Acaso llevó como evidencia los spots de radio donde el gobierno federal anuncia las mil maravillas realizadas a lo largo de cinco años de gobierno? Además de Presidente, resultó mago, ya que desaparecer a 57 millones de pobres es algo que el mismo David Copperfield envidiaría. Sin embargo, no lo olvide, Copperfield es un excelente ilusionista, Felipe Calderón sólo lo intenta.
El espacio económico mexicano continúa su deterioro a casi 30 años de impuesto el modelo neoliberal, las expectativas para 2012 son todo, menos bondadosas. El Banco de México realizó una encuesta donde seis de cada 10 especialistas en economía del sector privado opinaron que, al menos, en los próximos seis meses la situación no mejorará, fundamentado en la predicción de la caída de la tasa de crecimiento, la cual se esperaba fuera de 4.37 por ciento, y que se espera caiga a 3.24 por ciento.
En lo que atañe al ingreso por habitante, los números son para quitar el aliento. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) expuso que el avance del ingreso se desplomó en 80 por ciento en tres décadas, comparado con la crisis de deuda de los años 80. El producto interno bruto (PIB) sólo ha crecido, de 1980 a 2008, un paupérrimo 0.6 por ciento; en colisión con el 3 por ciento reportado antes de ese periodo.
Es escalofriante saber que desde el siglo XIX no se había observado un porcentaje similar. Los cambios realizados por los neoliberales restringieron al Estado y lo aislaron poco a poco de una de sus principales funciones, que consiste en la redistribución de la riqueza, profundizando mucho más las disparidades sociales. Más aún, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) categoriza a América Latina (AL) y el Caribe como una de las regiones más desiguales del planeta.
De acuerdo a sus cifras en AL, las diferencias en educación, salud e ingreso desvanecen hasta en 26 por ciento su desarrollo. La cifra para México es del 23 por ciento, reflejándose en una caída de 15 lugares en el índice de desarrollo humano (IDH), donde descendimos del lugar 57 al 72, perjudicando todavía más a los pobres.
Para cerrar con broche de oro, la economía mexicana está más endeudada que nunca con el exterior; la deuda externa actual duplica al monto de la del sexenio de Carlos Salinas de Gortari; las obligaciones de los sectores público, privado y bancario se ubican en 197 mil 172.2 millones de dólares, siendo un 109.3 por ciento más que la registrada en 1990, según estimaciones de la Secretaría de Hacienda, recogidas en La Jornada (nacional).
A este dato se suman los 20 mil 500 millones dólares de capital golondrino que en septiembre volaron a otras tierras en busca de mejores rendimientos y sin dejar un solo peso a las arcas mexicanas, por estar libres de cualquier de impuesto, logrando así tambalear el castillo de naipes de nuestra estabilidad económica, casi derrumbándola.
Felipe Calderón, aun con toda la información previa y no se diga la histórica, se atreve a dar consejos a la UE para hacer frente a la crisis de deuda que tiene atados de manos a muchos países miembros, a sabiendas de que México ostenta la segunda tasa de crecimiento más baja de los últimos 30 años de gobiernos neoliberales y en sus 5 años de gobierno ha obtenido una tasa promedio de crecimiento anual de 1.74 por ciento, sólo arrasada por Miguel de la Madrid, con la marca de 0.34 por ciento anual.
Existe una evidente ruptura entre los intereses de los mexicanos y los del gobierno, pareciera que la comunicación entre los ciudadanos y los funcionarios a cargo de velar por sus intereses es inexistente; van tres décadas de gobiernos neoliberales y apenas promediamos una tasa de crecimiento de 2 por ciento.
Carlos Fernández-Vega, en su columna México SA, expresa que en esos 30 años nacieron cerca de 48 millones de mexicanos y al cierre de 2010 se contabilizaron más de 57 millones de pobres, por lo que cuestiona de manera justificada si vamos por el rumbo correcto.
Difícilmente algún ciudadano o autoridad europea tomará en serio a Felipe y a sus consejos, cualquier persona miembro del movimiento de los indignados o autoridad europea, con un poco de iniciativa se dará cuenta de los efectos perniciosos que ha acarreado en México el modelo neoliberal.
Y que es atroz el cinismo con el que habla uno de los líderes, en pobreza, de América Latina. El ilusionista ha actuado; con su experiencia, trató de caminar con dignidad sobre las aguas de la crisis, esperando dejar atónitos a los espectadores, lo que no esperaba era culminar con un sonoro ¡splash!, del cual, ni el mar Muerto, donde todo flota, hubiera logrado el milagro de expulsarlo a la superficie. Hasta el próximo martes.



http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/11/08/ilusionista-tequilero-mal-consejero/

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Calaverita

A pesar de estar tan lejos de mi tierra, no me olvido de sus tradiciones y menos del día de muertos, aquí les dejo una calaverita. La verdad es que soy más científico que compositor, por lo que en esta área de versos y rimas me declaro, categóricamente, un pedazo de escriba barato. De igual forma espero que les guste mi calaverita dedicada a nuestro querido México.




País de intereses somos, de Estados Unidos como patio trasero servimos,
sin chistar, coca y yerba surtimos;  y  Rápidos Furiosos recibimos,  
¡los caprichos favoritos de nuestro vecino!.

La muerte admiraba, como Calderón y sus antecesores, a México remataban; 
y  entonces pensó: ¡Yo también quiero ser acreedor!

A los Pinos llamó, Pemex solicitó pero Calderón se lo negó, 
entonces la parca demandó: ¡La banca quiero yo!
Pero Calderón respondió: Uy! hace mucho que en españolitos y gringos cayó.

La huesuda iracunda, su guadaña blandía, y a Felipe preguntó: ¿Queda algo a disposición?
Sorbiendo  tequila, Calderón la ceja fruncía, 
y luego de un largo rato balbuceó:  Te tengo de regalo, más de 100 millones de mexicanos.  

La  parca sus manos frotaba, 
mientras a Calderón le sugería: A cambio de tu gente, legitimarte en la presidencia podría.

Inmediatamente, policías, soldados y sicarios, 
a balazos conversaban; cayendo en  ambos bandos, el marcador se empataba 
y a veces desequilibraba, por  transeúntes que en la baba estaban. 

Calderón feliz se encontraba, pues su puesto aseguraba, 
pero más sabe la parca, por vieja que por flaca.

Al mero estilo de la conquista, un espejito por oro, la muerte cambió. 
Ignorando Calderón, que por los colaterales abatidos,  hay  cada vez menos mexicanitos.

Dólares y petróleo a Calderón  no salvaron, 
a rastras la muerte se lo  llevó,  
y a sus adentros pensó: ¡Envídiame Wall Street, que a pesar de la crisis, 
en un parpadeo, mejores rendimientos cosecho!

Confunde y vencerás


El petróleo mexicano se contonea ante la mirada del capitalismo mundial, sobre todo de EU, es tal el hipnotismo que logra el oro negro; por su escasez y ubicación que quieres no lo poseen hacen de todo para conseguirlo. A continuación, el caso de Libia y qué pasa en México.


Confunde y vencerás

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 1 de noviembre de 2011

A un año de tu partida, te agradezco Lucía, el dejarme un regalo para toda la vida: un amigo.


El régimen de Muammar Kadafi llegó a su fin al morir el ex líder libio en circunstancias dudosas, a raíz de un ataque realizado por rebeldes y la OTAN en su ciudad natal. Aun cuando los libios no han terminado de cuantificar las pérdidas económicas y humanas, la frescura de la nueva esperanza nubla su visión, situación aprovechada por los aliados que ayudaron a derrocar al dictador libio. ¿Acaso ya puede considerarse a la OTAN un estandarte de justicia y democracia, que desinteresadamente ayuda a países con problemas, como los que a sus ojos, tenía el pueblo libio? ¿Fueron los millones de dólares gastados en sus incursiones contra Kadafi altruismo puro? La realidad es que muchos de los países miembros de la OTAN, antes de iniciar el conflicto, ya tenían un objetivo: el petróleo libio.
La Jornada (nacional), en su columna “México SA”, señala que algunos países miembros de la OTAN, los cuales tenían como proveedor de hidrocarburos a Libia, ya se habían repartido el acervo petrolero libio mucho antes de comenzar las hostilidades en ese país. Sin ser novedad, la riqueza petrolera fue el verdadero motivo de la invasión, mantenida oculta bajo la máscara de la democracia y la libertad. Libia es el octavo lugar entre los países de la OPEP, respecto a extracción de crudo y alberga 46 mil millones de barriles de petróleo y cerca de un billón 600 mil metros cúbicos de gas: es una auténtica mina de energéticos.
Y todo iba bien entre el régimen de Kadafi y sus socios, hasta que éste decidió anunciar que el petróleo debía ser propiedad del Estado, para tener un mejor control de los precios a través de incrementos o reducciones en la producción. Afirmó además que los exportadores de petróleo deberían optar por la nacionalización, término que encendió las alarmas en los países dependientes del petróleo libio, como Italia, que consumía diariamente 425 mil barriles de petróleo procedente de esta nación. Tampoco la española Repsol quería perder su tajada de 2 mil 500 millones de dólares anuales por la extracción de 70 mil barriles diarios de crudo. Ahora los libios, ocupados básicamente en liberar su frustración con el cadáver de Kadafi, no se dan cuenta de la realidad; mientras que las potencias aliadas ya ponen en marcha sus planes, formulados antes de iniciar la invasión, para echar a andar nuevamente la producción petrolera de Libia a través de sus grandes transnacionales como Shell, Bitrish Petroleum, Exxon Mobil, entre otras.
En México, las cosas pretenden ser un poco más sutiles, el ex gobernador del Estado de México y aspirante a la candidatura presidencial, Enrique Peña Nieto, dijo al Financial Times que para el crecimiento de Pemex se requiere de alianzas con el sector privado, arguye que México ha estado cautivo por una ideología que retrasa el desarrollo y el dinamismo del sector energético. Una semana después, en la ciudad de Querétaro, Peña Nieto declaró que se requiere audacia para abrir a la IP la explotación y la refinación de crudo.
La conclusión de sus declaraciones: ¿audacia es sinónimo de liberalizar? ¿Se habrá olvidado el hombre del copete sobre las experiencias “liberalizadoras”, en diferentes sectores de la economía, como la banca: con la extranjerización de los bancos; las telecomunicaciones: con la venta de Telmex; las carreteras primero construidas por la IP, luego compradas y pendientes largamente de pagar por el Estado, y ahora tienen cuotas de las más altas del mundo, sólo por citar unos ejemplos? La evidencia sugiere que la audacia sugerida por el priísta es más bien sinónimo de cobardía, timidez e indecisión de crear un proyecto de nación a largo plazo, en ése y en otros rubros.
Por otro lado, el presidente Felipe Calderón tachó de nacionalismo exacerbado a la reticencia de los políticos para hacer la reforma energética necesaria y las críticas constantes de los medios a los gasolinazos. Como el ejemplo, puso a la brasileña Petrobras, la cual está abierta a la inversión privada, pero se olvidó de aclarar que su fuerza reside en la cuantiosa inversión en investigación y desarrollo, ausente hace mucho en Pemex, y no en la inversión privada. Casualmente, al llamado de Calderón y de Peña Nieto se unen las voces del magnate mexicano Carlos Slim; el ex embajador de Estados Unidos en México y actual consejero de Cohen Group, Jeffrey Davidow, y la del embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, quien anunció la última etapa de las negociaciones para la explotación de yacimientos transfronterizos del Golfo de México, entre otros. Refirió La Jornada (nacional).
A pesar de tener un entorno diferente al de Libia, nuestra riqueza petrolera nos hace propensos a ser manipulados por los amantes del oro negro. A manera de hipótesis, no sería nada sorprendente si en el periodo pre o post electoral fuera abatido o arrestado alguno de los grandes capos del crimen organizado. Por supuesto, bajo un vistoso operativo ejecutado con ayuda de las corporaciones y agencias de inteligencia norteamericanas, para ser usado como una marioneta más, como Kadafi, con el objetivo de entregarnos un responsable de la violencia, del miedo y las víctimas inocentes que forman parte del saldo de esta guerra contra el crimen; para distraernos de ver, cómo es rematado en una venta de garaje un gran símbolo nacional, y tal vez el más importante de los recursos naturales de nuestro patrimonio. ¿Movimiento maquiavélico o capitalista? Tal vez sería una combinación de ambos. Hasta el próximo martes.

http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/11/01/confunde-y-venceras/