martes, 23 de julio de 2013

Regresando


Bueno, después de mucho tiempo llegó la hora de desempolvar este blog,  haré algunos cambios por la cantidad de trabajo que tengo que finalizar con prontitud, empezando por solamente subir los enlaces a mis colaboraciones del diario en el que publico semanalmente. Dedicaré el espacio en este blog a reflexiones sobre diversos temas que son de mi interés: como economía, política, medio ambiente y hasta cuestiones más banales como mis propias aficiones.  Espero para este fin de semana iniciar con alguna breve reflexión/opinión, el tema, aún por definir.

Agradecería a quienes se tomen el tiempo de leer mis palabras, ya sea las que están en mis entradas anteriores o las que estén en las futuras, que si gustan compartir sus ideas y debatir las mías; les estaré muy agradecido, ya que es la única forma que conozco de refinar el pensamiento.


domingo, 8 de julio de 2012

¿Game, set and match?


A continuación un breve pensamiento sobre mi deporte favorito. Ojalá lo disfruten.

¿GAME SET AND MATCH? 



Desde muy pequeño, el deporte que más llamó mi atención, quizá fue el fútbol. He de reconocer que por un largo periodo en mi vida, mi mundo futbolístico se limitaba a aquel equipo de Chivas que tenía a Ramón Ramírez, Alberto Coyote, Gustavo Nápoles y al Tilón Chávez,  a aquel Cruz Azul de Carlos Hermosillo, al Necaxa de Alex Aguinaga.

Posteriormente, quedé aún más maravillado al conocer la calidad del fútbol de Europa, donde de manera prodigiosa mueven el esférico para rebasar la línea de gol.
Siendo en aquellos días fanático y jugador amateur, no le hacía el feo a las cascaritas con los camaradas aunque mis habilidades dejaran mucho que desear, la idea era ir a divertirse, convivir y hacer algo de ejercicio.  Quizá todo seguiría siendo igual, tal vez continuaría pateando balones si no hubiera conocido un deporte que se robó casi en su totalidad mi atención: el tenis.

Al igual que en el fútbol,  mi escaso entrenamiento me pone a una distancia muy grande de ser siquiera un jugador amateur en materia tenística, con escasos seis meses de práctica; no tuve más remedio que aprender todo lo que pudiera por mi cuenta y es aquí la razón por la que tomé conciencia de algunas peculiaridades de este deporte.

A diferencia del fútbol, siendo un deporte individualista, exige más concentración y compromiso por parte de los jugadores para lograr el mejor resultado posible. Imposible culpar a alguien más (a menos que se jueguen dobles), por haber estrellado una pelota en red, por haber cometido una doble falta al servicio, o por haber lanzado la bola fuera de la pista. Esos duelos, uno contra uno, ayudan a desarrollar la confianza, serenidad mental y control de las emociones; cualidades valiosas para tomar decisiones.  En síntesis,  al jugar tenis se  uno contra el mundo.

Ejemplificando. Hoy día se celebró la final de Wimbledon, uno de los torneos más prestigiosos y  más antiguos del mundo, donde Roger Federer se alzó con la victoria en un dramático juego contra el escocés Andy Murray. Estos dos ases del tenis, hoy dieron una muestra de las cualidades que mencioné previamente, dando un espectáculo exquisito para los aficionados a este deporte. Su desempeño fue tal, que al menos a criterio de este humilde escritor, no sabía si llorar por la victoria de Federer; o por simpatía y reconocimiento al esfuerzo titánico de Murray.

Es cierto que el tenis es un deporte muy elitista y tal vez hasta cierto punto egoísta. Pero al menos a mí, me ha dado algunas lecciones valiosas, a pesar de no saber devolver con tal o cual efecto; carecer de un buen saque, y no saber volear adecuadamente. Los invito a que lo prueben si tienen la oportunidad, es un desafío interesante, yo al menos me divierto y aprendo.


¿Game set and match? (¿Juego, set y partido?),  aún  no, todavía me queda mucho por descubrir de las bondades y virtudes de este deporte.

¿El réquiem a México?



Se han consumado ya las elecciones, Enrique Peña Nieto se apunta a ser el ganador de la contienda lo que conlleva a una pregunta obligada: ¿Es esto motivo para declarar luto nacional? El siguiente artículo analiza los incentivos para votar y financiar campañas, da un vistazo al mundo político del que salió EPN como virtual nuevo presidente y la reputación de este hombre ante la prensa internacional.


¿El réquiem a México?

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 3 de julio de 2012
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La temporada electoral ha finalizado, según el PREP difundido por IFE todo señala que Enrique Peña Nieto será el próximo ocupante de la silla presidencial. Sin embargo, al desenvolverse las elecciones, al mero estilo mexicano, quedaron dudas aún sin respuesta sobre cómo fue que después de 12 años volvimos al punto de partida: ¿por qué votamos como votamos y qué marcó el rumbo de esta elección?

Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner, autores de los libros Freakonomics y Superfreakonomics, analizan las posibilidades que incitan al ciudadano a votar. Desde la perspectiva de un economista argumentan que un voto en realidad no hace la diferencia. Ir a la casilla, tachar una boleta y depositarla en la urna se considera una pérdida de tiempo, ya pudo haberse realizado algo más productivo y sobre todo, existe una bajísima probabilidad de que un voto marque la diferencia. Los autores citan un estudio que contempla una muestra de 40 mil elecciones legislativas estatales, donde solamente siete se definieron por un voto y otras dos se empataron. Sabiendo esto: ¿por qué votamos?

Según Levitt y Dubner las causas son tres: los economistas no son tan brillantes como creen y tienen la creencia errónea de que su voto no afectará el resultado, o bien votamos por considerar a la boleta como un billete de lotería, que nos permite fantasear sobre cómo sería nuestra existencia de cumplirse las promesas de campaña, y por último, la creencia social de que el voto es un deber cívico que trae beneficios.

Adicionalmente, hace muchísimos años en los Estados Unidos, los partidos políticos acostumbraban entregar de 5 a 10 dólares, e incluso a veces pagaban en especie, se solía entregar un pequeño barril de whisky o harina a los votantes para que emitieran el voto a su favor. En síntesis, aparentemente no hay una causa bien definida de por qué asistimos a las urnas y la coacción del voto aparenta ser tan antigua como las elecciones mismas.

El caso mexicano no escapa a este asunto tan complejo, sobre todo por el abstencionismo que cubrió con su manto a las elecciones posteriores a 1994, luego de que en ésta se registrara 77.16 por ciento de participación y se convirtió en un gran obstáculo a vencer por los partidos y el mismo Instituto Federal Electoral. No extraña entonces, que al IFE se asignara un presupuesto base de 5 mil 722 millones de pesos, sin contar con el presupuesto exclusivo para unas elecciones que costaron 4 mil 133 millones de pesos, más los 5 mil 292 millones destinados a financiar a los partidos políticos y de esa suma, sólo mil 680.5 millones eran para gastos de campaña, según cifras de La Jornada (Nacional). No obstante el gasto de los partidos fue tema de críticas y cuestionamientos ya que tanto Peña como López fueron acusados de haber rebasado el límite de 336 millones 112 mil 84.16 pesos que permite la ley erogar en campañas, aunque se vuelve complicado determinar si un gasto mayor aumenta las probabilidades de victoria, Levitt y Dubner tienen algo que decir al respecto.

De acuerdo a estos académicos, al menos en los Estados Unidos, no existe una correlación entre el gasto de campaña y el éxito en una elección. Estiman que si un candidato recorta su gasto a la mitad, sólo perdería 1 por ciento de los votos, mientras que si lo dobla, aumentaría los votos a su favor en la misma proporción; agregan además que el respaldo en campañas por parte de patrocinadores o donantes, ocurre por dos causas: poder alterar el curso de una elección apretada a través de la inyección de recursos o bien, aumentar el capital disponible de los candidatos por temor a su derrota.

Esto puede explicar en cierta medida el mar de pesos y centavos gastados en los patrocinios de los candidatos, en concreto de López y Peña; vital además contar con dinero ya que el contexto mexicano tiene una radical diferencia con el estadounidense, se trata del clientelismo político, dicho más adecuadamente, la gestión de la pobreza y las necesidades básicas de la población.

Enrique Galván Ochoa estima que existen cerca de 16 millones de desempleados (2 millones en desempleo total y 14 millones en la economía informal) en México, sin contar al resto de la población que se encuentra en la pobreza. El analista de la primera emisión de Noticias MVS considera que éstos tienen el potencial de decidir el resultado electoral ya sea por que se motiven a votar por rebeldía, enojo o bien porque hayan negociado su voto. Sin duda, lonches, efectivo, cemento y demás caridades hechas por los partidos políticos tendrían un efecto a favor de tal o cual candidato. Y esto sólo por incluir algunos aspectos de lo que se conoce como fraude tradicional, quién sabe qué suceda en el aspecto informático, en los cómputos y estimaciones realizadas por el IFE.

¿Es de extrañarse este tipo de estrategias y comportamientos? Claro que no. En la conferencia anual de la Asociación de Europea de Economistas Ambientales y de Recursos (EAERE, por sus siglas en inglés) Eftichios Sartzetakis de la Universidad de Macedonia, explicó que la corrupción es un fenómeno que se alimenta a sí mismo. Si consideramos la coacción y compra del voto como una práctica corrupta, su uso generalizado no es más que la respuesta a la competencia desleal para buscar obtener una más justa asignación de votos para los partidos y en el caso de los votantes corruptos, un beneficio marginal que le proporcione algo de utilidad; siendo la corrupción insumo y producto de sí misma.

El semanario alemán Der Spiegel, describe a Peña como intelectualmente débil y sin ningún talento político, carencias que al final no le impidieron al PRI volver a Los Pinos. ¿Fue acaso el PRI el que mejor gestionó las necesidades de la gente en esta elección? Eso se lo dejo a su criterio, con la esperanza de que no se haya iniciado la composición de un réquiem para México. Hasta el próximo martes.

Aquí el enlace al artículo:
http://ntrzacatecas.com/2012/07/03/el-requiem-a-mexico-2/

Dioses y peones


¿Se han preguntado cuál es el alcance real de los movimientos sociales y estudiantiles en México?, ¿a qué enemigo se están enfrentando?. En la siguiente editorial mi análisis sobre los logros y desafíos que se encuentran en la lucha por la democracia.


Dioses y peones

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 26 de junio de 2012
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Gracias a Fernando Olea, buen conversador
y mejor amigo, por aportar la idea central.

Los jóvenes del #YoSoy132, buscaron realizar un ejercicio interesante para fortalecer la democracia. Convocaron a los candidatos a un nuevo debate, con un tinte más ciudadano y libre de la intervención de la instancia oficial electoral, el IFE. Tres candidatos, una silla vacía y una carpeta con preguntas sin responder, fueron los protagonistas de este evento, protagonismo minimizado por la inestable y accidentada transmisión a través del portal de Internet YouTube, que no pudo brindar las mejores condiciones para que los cibernautas pudieran mirar el debate.

El portal electrónico, Morelos Diario, revela que #YoSoy132 estimó que 112 mil personas vieron el debate, y diversos medios de comunicación calificaron el ejercicio de histórico e inédito; y se les concede razón en eso. Sin embargo, mucho queda por cuestionar y más aún por hacer, y si bien toma tiempo construir una democracia; es pertinente hacer señalamientos y observaciones que revelen la posición en que nos encontramos y el alcance real de eventos como éste.

Retomando el debate, si bien el movimiento #YoSoy132 nació por la necesidad de medios de comunicación más democráticos, no hay explicación lógica de por qué se les negó el acceso a medios de comunicación como Milenio TV y Televisa, quien transmitiría por la web dicho encuentro. Según Milenio, la razón de la negativa de los organizadores a permitir que más medios se unieran a la transmisión fue por motivos de seguridad, y por solicitud del Estado Mayor Presidencial. Pregunta: ¿en verdad los organizadores tomaron en cuenta el alcance real del debate?

Los medios de comunicación, el enemigo natural de esta movilización, se ofrecieron en alguna proporción, a transmitir el histórico momento que quizá pudo ponerse al alcance de algunos miles más de mexicanos, privados de esto tal vez por una posible exageración de riesgos, que inhibió la creación de una tregua con los medios de comunicación y la sociedad, o el probable inicio de una relación. Ahora bien, si sumamos a esto los medios que consideraron era irrelevante el ejercicio y no tuvieron ningún interés por transmitirlo, el impacto se hace todavía menor.

Comparemos ahora. El padrón electoral de México es de 84 millones de personas, tradicionalmente se espera un abstencionismo de 40 por ciento por lo que se estaría esperando que votaran cerca de 50 millones de personas. El Universal, anunció que la audiencia del segundo debate organizado por el IFE fue de 15 millones de espectadores, por lo tanto, si asumimos que éste fue visto por los 50 millones que se estima votarán el 1 de julio, implicaría que el debate llegó a 30 por ciento de los electores. Si bien se les reconoce el esfuerzo a los jóvenes, aún queda mucho trecho por recorrer, ya que aquellas 112 mil personas que vieron el debate presidencial organizado por #YoSoy132, no alcanzan siquiera a representar 1 por ciento de estos 50 millones.

Una comparación más, Enrique Peña Nieto en su página oficial anunció que se reunieron más de 120 mil personas para su cierre de campaña en el Estadio Azteca, cifra que independientemente de los números de acarreados y asistentes voluntarios es mayor a la cantidad de espectadores que vieron el debate organizado por el movimiento juvenil. Por eso es importante, que ante el poder de actores como la silla vacía, los futuros esfuerzos por democratizar el país contemplen una estrategia más racional y menos pasional.

Estos hechos revelan lo duro que será consolidar a México como una democracia, la que en estado incipiente resulta en extremo onerosa. Como lo evidencia Carlos Fernández-Vega, al revelar que el proceso electoral de 2012 costará al país cerca de 15 mil millones de pesos, tomando en cuenta financiamiento a partidos políticos y presupuesto para las instituciones electorales que deberían garantizar elecciones limpias y equitativas; estimando en base al 40 por ciento del posible abstencionismo y la participación del restante 60 el costo del voto presidencial efectivo en 300 pesos. Entre el IFE y los partidos absorberán 83 por ciento de esa millonaria cantidad, superando tres veces al presupuesto anual de la Secretaría de la Reforma Agraria y cinco tomando como referente a la Secretaría de Energía. Así se premia a la ausencia de resultados políticos, económicos y sociales.

Y así de enormes, querido lector, resultan ser las barreras a superar para consolidarnos como democracia. Requerimos un contexto donde una silla vacía no marque más diferencia que una ciudadanía organizada, donde no haya paranoia por la expectativa de un complot o fraude, donde no se busque forzar voto ni a través del cuchi cuchi, sea lo que éste sea; y donde no se les recompense por su ineptitud y pasividad a las autoridades a cargo de las elecciones. Con estos retos y algunos más, cae el telón de esta tragicomedia electoral 2012, en la cual al fin brilló, aunque fuera de manera intermitente, la presencia ciudadana. Hasta el próximo martes.

Aquí el enlace al artículo:
http://ntrzacatecas.com/2012/06/26/dioses-y-peones/

Una de vaqueros



Recientemente en México se celebró la asamblea del G20 en Los Cabos, Baja California. Ahí se discutieron medidas para el abatimiento de la crisis económica mundial, ¿acaso se aportó algo muy novedoso para la resolución de estos problemas?, a continuación un análisis sobre las propuestas.


Una de vaqueros

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René Fernando Lara Cervantes
Martes 19 de junio de 2012
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Nos encontramos ante el ocaso de las campañas electorales, el 1 de julio casi está en puerta; hay gran expectación, se gesta nuevo presidente, nuevos diputados y senadores federales; pero, sobre todo, nuestro futuro, al menos en el corto plazo. Al fin, Felipe Calderón, quien casi cierra su mandato, tiene razón en algo, y es que probablemente nos estemos enfrentando a la segunda peor crisis económica de la historia moderna, tema coyuntural en la Cumbre del G-20.

Veinte líderes, 20 contextos diferentes, 20 economías que en su conjunto (considerando en su totalidad a la Unión Europea) y en diferentes proporciones, representan casi 90 por ciento del producto interno bruto del mundo, y más de 80 por ciento del comercio mundial; todos concentrados en la búsqueda de soluciones para salir del bache económico. Hay altas expectativas de una cumbre de tal magnitud, al menos entre los asistentes, cómo el director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, quienes esperan que el evento genere las condiciones y confianza necesarias para superar la crisis. Entre las buenas intenciones de unos y el cinismo de otros tantos, como el del tequila y el tintorro: ¿en verdad puede la cumbre darle rumbo a la desorientada economía?


La Jornada (Nacional), describe que el crecimiento económico proyectado a 2030 requerirá 70 billones de dólares, según cifras de la Cámara Internacional de Comercio (ICC, por sus siglas en inglés). La ICC, solicita una mejor y más equilibrada regulación en los mercados de capitales, apurando al G-20 a tomar cartas en el asunto. La razón para esta regulación es que la disminución de la participación de la banca en el financiamiento a proyectos productivos, conlleva a buscar otras fuentes de recursos. En este caso, a través de un modelo basado en la emisión de bonos, es decir, sacar un conejo de la chistera, produciendo dólares con la varita mágica de la especulación.

En sintonía con la panacea capitalista, que todo cura y resuelve, Carlos Slim también alza la voz. El empresario mexicano, invitado de honor en las Conferencias de Ginebra, propone aumentar los ingresos a través de impuestos, disminuir el gasto público o vender activos, Slim declaró: quien tenga autopistas que las venda; aeropuertos, que los venda; sectores energéticos, que los venda, y así permitirá la inversión privada en sectores estratégicos y eso dinamizará la economía. A su vez, sugirió incrementar la edad de jubilación a los 70 años, con cambios que él considera pertinentes a la jornada laboral, justificando la propuesta con el argumento de que el trabajo ahora es más intensivo en conocimiento y menos físico. Su estrategia es efectiva, dinamiza la economía, pero de aquellos grandes empresarios que con faltriquera llena acuden a las ventas de garaje de los bienes públicos y empresas paraestatales, como ya ocurrió antes con el caso de la extranjerizada banca mexicana, cuyos frutos se degustan fuera de nuestras fronteras. Hay áreas adonde el sector privado sencillamente no está capacitado para ingresar, ni debe hacerlo; sobre todo en las áreas críticas para la asistencia social, cuya naturaleza no busca la rentabilidad ni la minimización de costos.

En vez de privatizaciones arrasadoras y desarrollo sustentado en especulación, por qué no optar por un modelo de desarrollo basado en la provisión de bienes públicos y una mayor, pero cuidadosa y honesta, intervención estatal. Carlos Fernández-Vega, describe cómo Cuba poco a poco recupera terreno, en los últimos seis años reporta un crecimiento promedio mayor al de la economía mexicana, 3.5 por ciento contra 1.9, respectivamente. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), muestra una radiografía de la economía cubana, dónde se aprecian incrementos en la inversión pública y dinamismo del consumo privado. La experiencia cubana no está exenta de las tensiones financieras internacionales, sin embargo, hay reestructuración de la industria y un esfuerzo constante por dinamizar el mercado interno a través de la creación experimental de cooperativas no agropecuarias. En el primer trimestre del año Cuba mostró un incremento en la producción agrícola no cañera de 9.8 por ciento, destacando el aumento de alimentos básicos como el frijol y el arroz; liberando divisas por la importación de alimentos, sólo por mencionar un ejemplo. Otros sectores como turismo, y el exportador también mostraron incrementos considerables.

Pero en un país, donde el Estado no (re)conoce la crisis y no genera servicios o bienes públicos, donde el gasto corriente ha incrementado de manera absurda, pagando un sueldo a Felipe Calderón 9.8 veces mayor que lo que percibe su similar estadounidense Obama; y donde de 2000 a 2010 el ingreso promedio de un empleado en Los Pinos aumentó 41.8 por ciento, una actualización como la del modelo cubano no resulta viable. Pero bueno, hay que mantener los salarios de los funcionarios así de altos, ya que bajarlos según el Consejo Coordinador Empresarial llevaría a contar con funcionarios de peor calidad y a aumentar la corrupción por la búsqueda de rentas, ¿acaso la calidad de los funcionarios no puede definirse de manera inversa? ¿No será que con un menor salario se elimine el incentivo de la búsqueda de rentas y así ocupen los puestos funcionarios más comprometidos con la nación?

Declaró Felipe Calderón: Todos ellos (líderes del G-20) estarán aquí para discutir los principales desafíos de la economía global y para definir acciones que nos permitan recuperar la estabilidad e impulsar el crecimiento económico, tal y como todos los deseamos. ¿Estabilidad y crecimiento con especulación y privatización?, mejor cuéntenos una de vaqueros. Hasta el próximo martes.

Aquí el enlace al artículo:
http://ntrzacatecas.com/2012/06/19/una-de-vaqueros-2/

De bufón a presidente


Mi crítica de lo que fue el segundo debate entre candidatos a presidente en México, el resultado como de costumbre, desastroso.


De bufón a presidente

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 12 de junio de 2012
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El debate de presidenciables del pasado domingo, fue la última oportunidad para éstos de exponer sus propuestas y ganarse adeptos. Los candidatos salieron al ruedo con estrategias bien definidas: Peña y López a mantener sus posturas y proyectos, mientras Vázquez los acribilló disparando, una y otra vez, municiones de corcho. Quadri, sin proponer mucho, esquivó los tiros de la impetuosa Josefina. Tan insípido, como estéril e improductivo, fue el debate. La culpa de eso es la falta de institucionalidad de nuestro país, en concreto, del Instituto Federal Electoral (IFE). ¿Cuál es el sentido de tener una institución que vele por una conducción adecuada de la jornada electoral, si no hace bien su trabajo?

Existen varias definiciones del término institución, quizá una de las más aceptadas sea la creada por Douglass North, para quien una institución son las reglas del juego en una sociedad, las limitaciones creadas por los hombres que delimitan la interacción humana. Éstas tienen diversos fines, sobre todo el de incentivar ciertos comportamientos y el aplicar sanciones si se rompe alguna regla, buscando disminuir el riesgo en una transacción. Su alcance se manifiesta en lo social, económico y en este caso concreto, en lo político.
Julio Boltvink describe la organización e importancia de iniciativas independientes, que se manifiestan ante la necesidad de certidumbre en las elecciones, debido a las malas prácticas de los partidos como la compra del voto, las gastos de campaña que rebasan lo legal y el uso propagandístico de las encuestas, entre otras.

¿Dónde está el IFE para velar por una contienda electoral justa? Falta la aplicación en forma de la Ley Electoral, en las luchas previas, y en el aprendizaje colectivo que cataliza el activismo en la sociedad.
Al estudiar las instituciones se arguye que éstas nacen a partir de una necesidad y envuelven elementos religiosos, culturales e históricos; que para el caso mexicano, la historia quizá sea el componente más importante. Aunque la construcción de una institución es un proceso largo, ya que el conocimiento y las reglas que la componen, tienen que ser propagadas y aceptadas voluntariamente, o impuestas por el Estado, y esos procesos consumen un tiempo considerable.

Si se aplica en un sentido muy estricto la definición de instituciones, el IFE no pasa la prueba de fuego, a fin de cuentas, las condiciones las ponen los partidos que contienden por los puestos públicos ante una complaciente autoridad electoral, tan dadivosa, que les permite a los candidatos fijar las condiciones, estructura y tiempos del debate. ¿Dígame usted de que sirven poco más de ocho minutos para describir a detalle la propuesta sobre política económica, ambiental, la estrategia de seguridad y demás aspectos relevantes de la agenda nacional?

Pero, qué esperar con reglas tan favorables a los partidos políticos, que las usan para aprovechar al máximo las asimetrías de información, que en términos sencillos implica que una de las partes tiene información privilegiada, que la otra no posee. En un debate las partes somos el electorado y los candidatos, y ahí los candidatos aprovechan esos cortos tiempos de exposición para sacarle jugo a tales asimetrías a través de sus promisorios proyectos de nación, sin explicar cómo y con qué los van a lograr.

¿De dónde van a salir los 300 mil millones de pesos de los que habló el Sr. López? En ese momento, imposible de saberlo, ya que tampoco había tiempo suficiente para exponer la metodología que ofreciera una respuesta satisfactoria. ¿Que las cuentas no salen, doña Josefina? Una justificación adecuada necesariamente requiere un mayor tiempo para validar la aseveración. Así, qué vergüenza ser presidenciable, y saber que lo mejor que provocaron fueron carcajadas por imaginarse a Peña, López y Quadri, con vestido y maquillaje.
Qué pena que no existieron cuestionamientos serios sobre las propuestas de cada uno de los candidatos, para probar las aseveraciones de las que propagandísticamente hacen uso a fin de ganarse el corazón de los votantes. Y peor todavía, qué tristeza que el Instituto Federal Electoral permite se realicen debates inútiles e improductivos; ya que hacen imposible para los ciudadanos determinar cuál propuesta y por qué fue la ganadora.

Para nuestra fortuna, los movimientos ciudadanos y estudiantiles que a lo largo de la contienda electoral han sorprendido a propios y extraños, pueden ser parte de la solución al problema; sin embargo, tendrá que pasar algún tiempo para que el movimiento se consolide como institución o pueda fortalecer a las instituciones ya vigentes en el área electoral. A pesar de encontrarse en etapa incipiente, no se pueden desestimar sus logros: el revés asestado a la partidocracia autoritaria con la transmisión del debate por los canales de mayor cobertura; y quizá con un esfuerzo adicional logren fomentar debates que sí permitan determinar los pros y contras de las propuestas.

Qué le parecería, por ejemplo, que semana a semana los candidatos debatieran sobre un sólo aspecto común de sus proyectos; con tiempo suficiente para discutir a detalle sus contenidos y metodologías que den al auditorio la información necesaria para generar un juicio sobre los proyectos de nación. Este formato implica cumplir dos condiciones: la existencia de candidatos y ciudadanos educados. Con sinceridad espero, querido lector, que en el futuro cercano desaparezcan los debates que se ganan por la formulación de los chismes o las imputaciones “creativas”. Señores candidatos, ustedes buscan la Presidencia de la República, no una plaza de bufón en la corte. Hasta el próximo martes.

Aquí la liga al artículo:

Mentirosillos




Las encuestas a lo largo de las campañas, marcaron resultados diversos y maquillados en exceso. ¿Por qué? aquí un análisis sobre los posibles objetivos de las encuestas y sus resultados.


Mentirosillos

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René Fernando Lara Cervantes
Martes 5 de junio de 2012
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En la ciudad de Roma se localiza la famosa Boca de la Verdad. Ésta es un rostro labrado en mármol, con los ojos y la boca hueca, que según la leyenda cualquiera que dijese una mentira, al introducir la mano en la boca de la máscara, ésta lo reconocería como mentiroso y le apresaría la mano por siempre jamás.

Lástima que sus virtudes sean sólo legendarias y por lo tanto imposibles de usar en contiendas como las electorales, donde la honestidad de los candidatos vale su peso en oro, factor decisivo para los ciudadanos a la hora de acudir a las urnas. A falta de un mágico artilugio como la Boca de la Verdad, las encuestadoras saltan al ruedo, buscando tal vez influir en la decisión de los votantes por tal o cual candidato, aplican técnicas científicas (o al menos eso dicen) para obtener datos duros sobre la preferencia por los candidatos.

Últimamente los resultados de las encuestas han resultado dispares, antes del incidente en la Universidad Iberoamericana, la mayoría de las casas encuestadoras favorecía a Enrique Peña Nieto, relegando a Josefina Vázquez Mota y a Andrés Manuel López a la lucha por el segundo lugar. “En ese momento la mayoría de las casas encuestadoras no sólo estaban consolidando la construcción social de EPN como el ganador seguro que Televisa había venido edificando durante años, sino también la idea de que AMLO iba en tercer lugar”. Así lo expresó Julio Boltvinik, quien ha analizado a detalle los cambios en los resultados arrojados por las encuestas realizadas antes y después de la visita de Peña a la Ibero.

Boltvinik tomó como referencia a las encuestas de Mitofsky y de Reforma, realizadas a finales del mes de mayo; donde ambas aportan resultados radicalmente diferentes. De respetarse los criterios científicos, las encuestas deberían de proveer resultados similares y no como si analizaran dos realidades diferentes. La cuestión aquí es multifactorial y hay muchos potenciales culpables: las casas encuestadoras, la muestra seleccionada o en un caso ya muy perverso, un sesgo intencionado que se introduce para obtener de la gente los resultados que se quieren. ¿Y qué dice el Instituto Federal Electoral (IFE) al respecto?

La Jornada (Nacional) propone que las encuestas son utilizadas como medio de propaganda y difusión de datos que no corresponden a la realidad. La consejera del IFE, María Marván Laborde, así lo considera, ya que los estudios de opinión se utilizan de manera mañosa con el objetivo de divulgar mentiras. El IFE encontró diversas deficiencias científicas en las metodologías, que se reflejan en los resultados, pero que son indetectables para el instituto, ya que son pocas las encuestadoras que aportan el proceso utilizado para calcular sus estimaciones.

Además de estas irregularidades, la mayoría de las casas encuestadoras no entregan su base de datos para que el instituto pueda cotejar las respuestas con los encuestados. Son escasos los datos recopilados como vivienda o teléfono, las omisiones en el método de muestreo y el tamaño de la muestra, el fraseo de la pregunta, el porcentaje que no contestó y los niveles de confianza y error estadísticos; el software usado para las estimaciones, así como la fecha del levantamiento. Conclusión: algunas encuestadoras mienten.

Y ésta sería la razón de las diferencias de puntos a favor de los candidatos, lo cual transforma el objetivo primordial de las encuestas de generar información veraz, al volverse un instrumento más de propaganda política, que tiene como efectos adicionales la confusión y la desinformación de la ciudadanía.
A falta de una información adecuada para nosotros los votantes, parece resultar aceptable la metodología del movimiento #YoSoy132 la cual se basa en la información histórica. Según La Jornada (Nacional), este grupo tiene como referencias un espectro muy amplio de acontecimientos, algunos más recientes que otros, como los movimientos estudiantiles de 1960 y 1971, los fraudes electorales de 1988 y 2006; las crisis económicas de 1982, 1994 y 2008; los incidentes de Acteal y Atenco, los 65 mil muertos de la lucha contra el narcotráfico, entre otros.

Así, querido lector, hay una imposición de mentiras a través de diversos medios de comunicación que buscan encubrir la reputación de políticos como Peña, quien en 2006, en Atenco, dio una de las peores muestras de autoritarismo y represión de la última década; o el caso de Vázquez Mota, que lleva la pesada carga del legado de dos administraciones panistas, y que probablemente mostrará un repunte en las encuestas por el empujoncito que buscan darle con la detención de mandos del Ejército a quienes se les acusa de estar relacionados con el crimen organizado.

Ante el nada ético y convenenciero uso de las encuestas, la Boca de la Verdad sería de gran utilidad, así tendríamos certeza de quién es mentirosillo y quién es honesto; aunque es muy probable que un gran número de políticos y diseñadores perdieran una mano en el proceso. Los sondeos objetivos son muy útiles, saber cuáles lo son, es el verdadero problema; infórmese y no decida a quien dar su voto sólo en base a las encuestas. Hasta el próximo martes.

Aquí la liga al artículo: