domingo, 8 de julio de 2012

Mentirosillos




Las encuestas a lo largo de las campañas, marcaron resultados diversos y maquillados en exceso. ¿Por qué? aquí un análisis sobre los posibles objetivos de las encuestas y sus resultados.


Mentirosillos

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 5 de junio de 2012
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En la ciudad de Roma se localiza la famosa Boca de la Verdad. Ésta es un rostro labrado en mármol, con los ojos y la boca hueca, que según la leyenda cualquiera que dijese una mentira, al introducir la mano en la boca de la máscara, ésta lo reconocería como mentiroso y le apresaría la mano por siempre jamás.

Lástima que sus virtudes sean sólo legendarias y por lo tanto imposibles de usar en contiendas como las electorales, donde la honestidad de los candidatos vale su peso en oro, factor decisivo para los ciudadanos a la hora de acudir a las urnas. A falta de un mágico artilugio como la Boca de la Verdad, las encuestadoras saltan al ruedo, buscando tal vez influir en la decisión de los votantes por tal o cual candidato, aplican técnicas científicas (o al menos eso dicen) para obtener datos duros sobre la preferencia por los candidatos.

Últimamente los resultados de las encuestas han resultado dispares, antes del incidente en la Universidad Iberoamericana, la mayoría de las casas encuestadoras favorecía a Enrique Peña Nieto, relegando a Josefina Vázquez Mota y a Andrés Manuel López a la lucha por el segundo lugar. “En ese momento la mayoría de las casas encuestadoras no sólo estaban consolidando la construcción social de EPN como el ganador seguro que Televisa había venido edificando durante años, sino también la idea de que AMLO iba en tercer lugar”. Así lo expresó Julio Boltvinik, quien ha analizado a detalle los cambios en los resultados arrojados por las encuestas realizadas antes y después de la visita de Peña a la Ibero.

Boltvinik tomó como referencia a las encuestas de Mitofsky y de Reforma, realizadas a finales del mes de mayo; donde ambas aportan resultados radicalmente diferentes. De respetarse los criterios científicos, las encuestas deberían de proveer resultados similares y no como si analizaran dos realidades diferentes. La cuestión aquí es multifactorial y hay muchos potenciales culpables: las casas encuestadoras, la muestra seleccionada o en un caso ya muy perverso, un sesgo intencionado que se introduce para obtener de la gente los resultados que se quieren. ¿Y qué dice el Instituto Federal Electoral (IFE) al respecto?

La Jornada (Nacional) propone que las encuestas son utilizadas como medio de propaganda y difusión de datos que no corresponden a la realidad. La consejera del IFE, María Marván Laborde, así lo considera, ya que los estudios de opinión se utilizan de manera mañosa con el objetivo de divulgar mentiras. El IFE encontró diversas deficiencias científicas en las metodologías, que se reflejan en los resultados, pero que son indetectables para el instituto, ya que son pocas las encuestadoras que aportan el proceso utilizado para calcular sus estimaciones.

Además de estas irregularidades, la mayoría de las casas encuestadoras no entregan su base de datos para que el instituto pueda cotejar las respuestas con los encuestados. Son escasos los datos recopilados como vivienda o teléfono, las omisiones en el método de muestreo y el tamaño de la muestra, el fraseo de la pregunta, el porcentaje que no contestó y los niveles de confianza y error estadísticos; el software usado para las estimaciones, así como la fecha del levantamiento. Conclusión: algunas encuestadoras mienten.

Y ésta sería la razón de las diferencias de puntos a favor de los candidatos, lo cual transforma el objetivo primordial de las encuestas de generar información veraz, al volverse un instrumento más de propaganda política, que tiene como efectos adicionales la confusión y la desinformación de la ciudadanía.
A falta de una información adecuada para nosotros los votantes, parece resultar aceptable la metodología del movimiento #YoSoy132 la cual se basa en la información histórica. Según La Jornada (Nacional), este grupo tiene como referencias un espectro muy amplio de acontecimientos, algunos más recientes que otros, como los movimientos estudiantiles de 1960 y 1971, los fraudes electorales de 1988 y 2006; las crisis económicas de 1982, 1994 y 2008; los incidentes de Acteal y Atenco, los 65 mil muertos de la lucha contra el narcotráfico, entre otros.

Así, querido lector, hay una imposición de mentiras a través de diversos medios de comunicación que buscan encubrir la reputación de políticos como Peña, quien en 2006, en Atenco, dio una de las peores muestras de autoritarismo y represión de la última década; o el caso de Vázquez Mota, que lleva la pesada carga del legado de dos administraciones panistas, y que probablemente mostrará un repunte en las encuestas por el empujoncito que buscan darle con la detención de mandos del Ejército a quienes se les acusa de estar relacionados con el crimen organizado.

Ante el nada ético y convenenciero uso de las encuestas, la Boca de la Verdad sería de gran utilidad, así tendríamos certeza de quién es mentirosillo y quién es honesto; aunque es muy probable que un gran número de políticos y diseñadores perdieran una mano en el proceso. Los sondeos objetivos son muy útiles, saber cuáles lo son, es el verdadero problema; infórmese y no decida a quien dar su voto sólo en base a las encuestas. Hasta el próximo martes.

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