miércoles, 2 de noviembre de 2011

Confunde y vencerás


El petróleo mexicano se contonea ante la mirada del capitalismo mundial, sobre todo de EU, es tal el hipnotismo que logra el oro negro; por su escasez y ubicación que quieres no lo poseen hacen de todo para conseguirlo. A continuación, el caso de Libia y qué pasa en México.


Confunde y vencerás

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 1 de noviembre de 2011

A un año de tu partida, te agradezco Lucía, el dejarme un regalo para toda la vida: un amigo.


El régimen de Muammar Kadafi llegó a su fin al morir el ex líder libio en circunstancias dudosas, a raíz de un ataque realizado por rebeldes y la OTAN en su ciudad natal. Aun cuando los libios no han terminado de cuantificar las pérdidas económicas y humanas, la frescura de la nueva esperanza nubla su visión, situación aprovechada por los aliados que ayudaron a derrocar al dictador libio. ¿Acaso ya puede considerarse a la OTAN un estandarte de justicia y democracia, que desinteresadamente ayuda a países con problemas, como los que a sus ojos, tenía el pueblo libio? ¿Fueron los millones de dólares gastados en sus incursiones contra Kadafi altruismo puro? La realidad es que muchos de los países miembros de la OTAN, antes de iniciar el conflicto, ya tenían un objetivo: el petróleo libio.
La Jornada (nacional), en su columna “México SA”, señala que algunos países miembros de la OTAN, los cuales tenían como proveedor de hidrocarburos a Libia, ya se habían repartido el acervo petrolero libio mucho antes de comenzar las hostilidades en ese país. Sin ser novedad, la riqueza petrolera fue el verdadero motivo de la invasión, mantenida oculta bajo la máscara de la democracia y la libertad. Libia es el octavo lugar entre los países de la OPEP, respecto a extracción de crudo y alberga 46 mil millones de barriles de petróleo y cerca de un billón 600 mil metros cúbicos de gas: es una auténtica mina de energéticos.
Y todo iba bien entre el régimen de Kadafi y sus socios, hasta que éste decidió anunciar que el petróleo debía ser propiedad del Estado, para tener un mejor control de los precios a través de incrementos o reducciones en la producción. Afirmó además que los exportadores de petróleo deberían optar por la nacionalización, término que encendió las alarmas en los países dependientes del petróleo libio, como Italia, que consumía diariamente 425 mil barriles de petróleo procedente de esta nación. Tampoco la española Repsol quería perder su tajada de 2 mil 500 millones de dólares anuales por la extracción de 70 mil barriles diarios de crudo. Ahora los libios, ocupados básicamente en liberar su frustración con el cadáver de Kadafi, no se dan cuenta de la realidad; mientras que las potencias aliadas ya ponen en marcha sus planes, formulados antes de iniciar la invasión, para echar a andar nuevamente la producción petrolera de Libia a través de sus grandes transnacionales como Shell, Bitrish Petroleum, Exxon Mobil, entre otras.
En México, las cosas pretenden ser un poco más sutiles, el ex gobernador del Estado de México y aspirante a la candidatura presidencial, Enrique Peña Nieto, dijo al Financial Times que para el crecimiento de Pemex se requiere de alianzas con el sector privado, arguye que México ha estado cautivo por una ideología que retrasa el desarrollo y el dinamismo del sector energético. Una semana después, en la ciudad de Querétaro, Peña Nieto declaró que se requiere audacia para abrir a la IP la explotación y la refinación de crudo.
La conclusión de sus declaraciones: ¿audacia es sinónimo de liberalizar? ¿Se habrá olvidado el hombre del copete sobre las experiencias “liberalizadoras”, en diferentes sectores de la economía, como la banca: con la extranjerización de los bancos; las telecomunicaciones: con la venta de Telmex; las carreteras primero construidas por la IP, luego compradas y pendientes largamente de pagar por el Estado, y ahora tienen cuotas de las más altas del mundo, sólo por citar unos ejemplos? La evidencia sugiere que la audacia sugerida por el priísta es más bien sinónimo de cobardía, timidez e indecisión de crear un proyecto de nación a largo plazo, en ése y en otros rubros.
Por otro lado, el presidente Felipe Calderón tachó de nacionalismo exacerbado a la reticencia de los políticos para hacer la reforma energética necesaria y las críticas constantes de los medios a los gasolinazos. Como el ejemplo, puso a la brasileña Petrobras, la cual está abierta a la inversión privada, pero se olvidó de aclarar que su fuerza reside en la cuantiosa inversión en investigación y desarrollo, ausente hace mucho en Pemex, y no en la inversión privada. Casualmente, al llamado de Calderón y de Peña Nieto se unen las voces del magnate mexicano Carlos Slim; el ex embajador de Estados Unidos en México y actual consejero de Cohen Group, Jeffrey Davidow, y la del embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, quien anunció la última etapa de las negociaciones para la explotación de yacimientos transfronterizos del Golfo de México, entre otros. Refirió La Jornada (nacional).
A pesar de tener un entorno diferente al de Libia, nuestra riqueza petrolera nos hace propensos a ser manipulados por los amantes del oro negro. A manera de hipótesis, no sería nada sorprendente si en el periodo pre o post electoral fuera abatido o arrestado alguno de los grandes capos del crimen organizado. Por supuesto, bajo un vistoso operativo ejecutado con ayuda de las corporaciones y agencias de inteligencia norteamericanas, para ser usado como una marioneta más, como Kadafi, con el objetivo de entregarnos un responsable de la violencia, del miedo y las víctimas inocentes que forman parte del saldo de esta guerra contra el crimen; para distraernos de ver, cómo es rematado en una venta de garaje un gran símbolo nacional, y tal vez el más importante de los recursos naturales de nuestro patrimonio. ¿Movimiento maquiavélico o capitalista? Tal vez sería una combinación de ambos. Hasta el próximo martes.

http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/11/01/confunde-y-venceras/

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