jueves, 17 de noviembre de 2011

El valor económico de la inseguridad


Antes que nada, me gustaría hacer una aclaración. Sinceramente este no es uno de mis mejores trabajos, he estado bajo algo de presión y no quedó de la calidad que yo hubiera deseado, si es la primera vez que visitas mi blog, te pido de favor de no juzgues la calidad de mis trabajos por este en especial. Me parece que los otros tienen mejor calidad, a pesar de que el contenido informativo de este me parece bastante aceptable.

Aquí les dejo un artículo sobre los costos, en pesos y centavos, de la violencia en nuestro México, que aún no ve la luz de un mañana más pacífico y próspero.


El valor económico de la inseguridad


NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 15 de noviembre de 2011

Los reiterados eventos violentos, provocados por la crisis de seguridad, afectan sustancialmente el modo de vida de la población mexicana. La violencia de la que México es objeto, no discrimina, al contrario, incluye y junta; ya que no distingue edad, sexo o estrato social. Los costos de la crisis de seguridad no se limitan sólo a la estratosférica cantidad de muertos, producto de la actual estrategia de combate a la delincuencia. Y es que la sangre derramada, el daño psicológico y patrimonial padecido por las víctimas, se puede expresar en pesos y centavos.

Si usted, como ciudadano o empresario, ha sido víctima de algún tipo de delito, con seguridad habrá hecho algunos cambios en su estilo de vida, sobre todo para no volver a sufrir este tipo de experiencias ofensivas y desagradables, o bien habrá hecho ya algo para prevenirlas. Esos cambios, aunque probablemente no le resulten evidentes a primera vista, tienen un costo en pesos y centavos.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en una investigación realizada en 2007, aporta una clasificación de los costos en que se incurre a raíz de la inseguridad. Los costos preventivos, que se componen de la contratación de seguros (cuyas primas han ido al alza), el gasto en sistemas de alarmas, vigilancia privada, construcción de bardas y rejas, adquisición de accesorios de seguridad para auto o de cerraduras especiales para protección de inmuebles. Estos costos también toman en cuenta el monto de los robos a hogares y empresas, el presupuesto federal destinado a seguridad y el costo que representa para los agraviados por un delito, el presentarse a denunciar.

Los homicidios también son considerados. En 2005, su mayor proporción se encontraba en personas que tenían entre 20 y 40 años de edad; golpeando así a la población económicamente activa (PEA) y al bono demográfico de México, tendencia que se mantiene más o menos constante y que merma sus potenciales beneficios. Por último, las preferencias de consumo se ven afectadas en relación con el tipo de artículos que gustan al consumidor, la compra de artículos como joyería, ropa y otros más se ve afectada por sumisión a la inseguridad y no por elección propia.

Al paso de los años, se facturan costos cada vez más altos a causa de la inseguridad, y es que desde el año 2008 los porcentajes de violencia se dispararon. La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes pasó de 9 en el año 2008 a 22 por cada 100 mil actualmente, cifra que según BBVA Research sólo se observa en países que se encuentran en guerra y que se traduce en un costo de 200 mil millones de pesos para los mexicanos, producto de la contracción del gasto en el consumo de las personas y empresas.

Esta millonaria cantidad representa un monto cercano a un punto porcentual del PIB, además los expertos aseguran que en el corto plazo, es difícil observar los efectos de la inseguridad en las decisiones de inversión. Sin embargo, las empresas operantes sí perciben un costo inmediato. CNN Expansión informa que en México, 27 por ciento de las empresas que participaron en el estudio El impacto de seguridad en México en el Sector Privado, 2011, realizado por la American Chamber México (AmCham), reconsideraron sus inversiones por la situación de inseguridad. Se estima que entre 2 y 10 por ciento de los costos totales de operación de las compañías los absorbe el rubro de seguridad, y de acuerdo con El Sol de Cuernavaca se ha llegado al extremo de imposibilitar las operaciones de las empresas sin tomar estos costos en cuenta, debido a extorsiones o amenazas de secuestros de las cuales son blanco los empresarios.

La violencia alcanza desde el pequeño comerciante hasta los grandes empresarios, y a pesar de que oficialmente no existe el impuesto por protección, durante el sexenio de Felipe Calderón, éste ha llegado a ser el más pesado, y desde que el PAN comenzó a gobernar en el año 2000, se ha incrementado poco a poco, declaró Rafael Ranero Barrera, representante del Instituto Político Empresarial (IPE). Hoy día los empresarios requieren invertir más para el traslado seguro de mercancías, por ejemplo, en sistemas de rastreo satelital o contratación de algún camión escolta; respecto a la protección de las instalaciones de sus empresas, éstos recurren a cercas, normales o electrificadas, circuitos cerrados y personal de vigilancia para las instalaciones, e incluso a nivel personal, para la protección de sus empresarios. El resultado de este cúmulo de factores ocasionados por las altas tasas de criminalidad, sumado a la mala situación económica, hace prácticamente imposible la generación de empleos o de nuevas empresas en el país, aseguró Ranero Barrera.
La inversión es un factor determinante para el crecimiento y el desarrollo, y las nuevas empresas, la materia prima para crear empleos dignos y bien remunerados. El paradigma más común considera a la inseguridad en términos de muertos, número de delitos y cualquier otra estadística similar, que las corporaciones de seguridad y otros organismos relacionados aporten. Pero su efecto en la producción y el consumo es igualmente dañino al encarecer los bienes y servicios de las empresas, y obligar al consumidor a cambiar sus preferencias al mismo tiempo que éstos dos motores de la economía deben desprenderse de recursos que pudieran ser aprovechados de manera productiva.

Quizá 1 por ciento del PIB, por los costos de la inseguridad, suena efímero y despreciable, sin embargo, ya equivale, según el presupuesto destinado para 2011, a 78 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Educación Pública, de acuerdo con cifras de El Economista, sólo por citar un ejemplo. Bien se menciona en el libro de El poder del perro, que los mexicanos admiramos a quien resiste más golpes de los que da; pero hay límites, límites que aún difusos, desconocidos para una sociedad experta en sobrevivir al asedio de constantes desgracias. ¿Cuánto más vamos a resistir y tolerar estas barbaries que nos prohíben crecer y, sobre todo, nos someten? Nos leemos el próximo martes.

http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/11/15/el-valor-economico-de-la-inseguridad/

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