martes, 20 de diciembre de 2011

¿Motín, en Harvard?


¿Sublevados en Harvard? Gran sorpresa se llevó uno de los profesores de tan distinguida escuela ante un suceso nunca visto en esa universidad. El análisis a continuación.


¿Motín, en Harvard?

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 20 de diciembre de 2011

Jovial amiga y valiente guerrera. Adiós Kritsma, te echaré de menos

“Hoy estamos abandonando su clase, con el fin de expresar nuestro descontento con el sesgo inherente a este curso. Estamos profundamente preocupados por la forma en que este sesgo afecta a los estudiantes, a la Universidad, y nuestra sociedad en general (…) Un estudio académico legítimo de la economía debe incluir una discusión crítica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos”. Así plasmaban en una carta su sentir los estudiantes del curso de Introducción a la Economía.

Era un día como cualquier otro en la Universidad de Harvard, pero no para el profesor Gregory Mankiw, ex asesor del presidente George W. Bush y autor de un reconocido manual de macroeconomía usado dentro y fuera de los Estados Unidos. Sus estudiantes de la clase de Introducción a la Economía se levantaron de sus asientos y abandonaron el aula, en un hecho sin precedentes para la Universidad de Harvard, casa de estudios de la élite económica, social y política de nuestro vecino del norte.

Así, el 2 de noviembre de 2011, los estudiantes protestaron contra el contenido y enfoque desde el cual se imparte la enseñanza económica, acusando a la institución de no proveerles un espectro más amplio de aproximaciones económicas alternativas al modelo neoliberal y al mismo tiempo para apoyar al movimiento Ocupa Wall Street. El movimiento parecerá nuevo, pero en realidad se suma a movimientos que iniciaron el año 2000 estudiantes franceses, a los que se adhirieron sus similares en Cambridge, Inglaterra. Los aprendices galos exigían una comprensión profunda de los fenómenos económicos, a los cuales el ciudadano ordinario se ve expuesto. Imposible en verdad ignorar estas exigencias, ¿se imagina por qué?


El Espectador (Colombia) narra que según estimaciones del Instituto Suizo Federal de Tecnología, existen mil 318 grandes corporaciones, en su mayoría del sector financiero, que controlan 60 por ciento del poder económico mundial; de las cuales, 147 reciben 40 por ciento de las ganancias globales. En la teoría actual, el agente económico se mueve buscando su propio beneficio, sin importarle los demás. No se entra en cuestiones como la solidaridad y búsqueda del bienestar del otro. Así lo describe Bruno Fernández, economista argentino de 26 años ganador del premio Robin Cosgrove, otorgado en Ginebra a aquellos trabajos dedicados a buscar mejorías en los lazos entre la moral y las finanzas.

Para este joven intelectual, la crisis económica capitalista no es sino una crisis moral, un diagnóstico bastante acertado al parecer. Según La Jornada (nacional), el actual modelo económico concentra desempleo, regresión social, déficit fiscal, endeudamiento, desequilibrios externos y especulación financiera, que derivan en la acumulación de riqueza accesible para unos cuantos privilegiados y desembocan en colapsos financieros de alcance mundial.

Al respecto, Thomas S. Khun, reconocido historiador y filósofo, en su obra La Estructura de las Revoluciones Científicas, arguye que un cambio en un paradigma es el resultado de las anomalías detectadas en experimentos, realizados bajo el paradigma vigente; que al ejecutarse una y otra vez, muestran resultados diferentes a los esperados.

A estos resultados les procede una “revolución”, que implica una actualización en la teoría, en su metodología como ciencia y en los resultados esperados. En el caso de la teoría económica, las mayores anomalías detectadas en los experimentos por los estudiantes y los académicos de renombre van en torno a un deshumanizado sistema económico y al desmantelamiento (o ausencia) del Estado del bienestar, provocadas por una economía que no busca resolver sus problemas desde la raíz, sino generar competitividad y ganancias a costillas de la mayoría de la población. Los premios Nobel Amartya Sen y Joseph Stiglitz sugieren analizar los fundamentos de tal teoría, el hombre no sólo es una máquina que produce, sino que se relaciona con otros, y tales interacciones tienen consecuencias.

Aquí es donde existe la conexión entre el movimiento estudiantil emprendido en Harvard, que denuncia la complicidad de las universidades con los grandes consorcios industriales y financieros, y el mercado laboral; al formar economistas que operan más como herramientas que como seres humanos. Antes que médicos, ingenieros, abogados o economistas hábiles, se debe formar a personas humanamente sensatas. No sólo a profesionistas que cumplan un rol, en la reproducción y mantenimiento de las relaciones de poder, en el sistema capitalista.

La enseñanza económica debe reformularse para darle un sentido crítico, riguroso e integral; que cambie depredación por progreso, desequilibrios por estabilidad y desigualdad por equidad. Así que, atención: “nos estamos retirando de su clase este día, tanto para protestar por la falta de discusión de la teoría económica básica, como para dar nuestro apoyo a un movimiento que está cambiando el discurso estadounidense sobre la injusticia económica (Occupy Wall Street).

Profesor Mankiw, le pedimos que se tome en serio nuestras inquietudes y nuestro retiro de su clase”. Con la misma seriedad, invito a las instituciones educativas mexicanas y a sus estudiantes a poner sobre la mesa y cuestionar la enseñanza y sus contenidos, para desde la raíz iniciar un cambio auténtico en nuestro país. Que pase una feliz Navidad, nos leemos la próxima semana.

http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/12/20/¿motin-en-harvard/




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