miércoles, 2 de noviembre de 2011

Calaverita

A pesar de estar tan lejos de mi tierra, no me olvido de sus tradiciones y menos del día de muertos, aquí les dejo una calaverita. La verdad es que soy más científico que compositor, por lo que en esta área de versos y rimas me declaro, categóricamente, un pedazo de escriba barato. De igual forma espero que les guste mi calaverita dedicada a nuestro querido México.




País de intereses somos, de Estados Unidos como patio trasero servimos,
sin chistar, coca y yerba surtimos;  y  Rápidos Furiosos recibimos,  
¡los caprichos favoritos de nuestro vecino!.

La muerte admiraba, como Calderón y sus antecesores, a México remataban; 
y  entonces pensó: ¡Yo también quiero ser acreedor!

A los Pinos llamó, Pemex solicitó pero Calderón se lo negó, 
entonces la parca demandó: ¡La banca quiero yo!
Pero Calderón respondió: Uy! hace mucho que en españolitos y gringos cayó.

La huesuda iracunda, su guadaña blandía, y a Felipe preguntó: ¿Queda algo a disposición?
Sorbiendo  tequila, Calderón la ceja fruncía, 
y luego de un largo rato balbuceó:  Te tengo de regalo, más de 100 millones de mexicanos.  

La  parca sus manos frotaba, 
mientras a Calderón le sugería: A cambio de tu gente, legitimarte en la presidencia podría.

Inmediatamente, policías, soldados y sicarios, 
a balazos conversaban; cayendo en  ambos bandos, el marcador se empataba 
y a veces desequilibraba, por  transeúntes que en la baba estaban. 

Calderón feliz se encontraba, pues su puesto aseguraba, 
pero más sabe la parca, por vieja que por flaca.

Al mero estilo de la conquista, un espejito por oro, la muerte cambió. 
Ignorando Calderón, que por los colaterales abatidos,  hay  cada vez menos mexicanitos.

Dólares y petróleo a Calderón  no salvaron, 
a rastras la muerte se lo  llevó,  
y a sus adentros pensó: ¡Envídiame Wall Street, que a pesar de la crisis, 
en un parpadeo, mejores rendimientos cosecho!

2 comentarios: