lunes, 24 de octubre de 2011

Comercio internacional: La compra- venta de México


El siguiente artículo trata de los verdaderas causas del TLCAN y algunos de sus efectos sobre la economía mexicana.

Comercio internacional: La compra-venta de México

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 10 de mayo de 2011

Uno de los cambios hechos en la economía mexicana, con el fin de integrarse a la globalización, fue privilegiar la apertura al comercio exterior. Antes, se dio un primer gran paso con la entrada de México al Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) en 1986. Posteriormente, en 1994, cercano el final del mandato de Carlos Salinas de Gortari, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); el cual es, hasta la fecha, el más importante de los tratados firmados en la materia.

De acuerdo con José Luis Ávila, a pesar de que se divulgaba que el objetivo del TLCAN era incrementar la competencia y dar acceso a los productos mexicanos a uno de los mercados más grandes del mundo, en la realidad, dicho tratado operó como la pieza clave para reintegrar a México al sistema financiero mundial; ya que después de las crisis de los años 80 era necesario recapitalizar al país.

Con la caída de la Unión Soviética y el surgimiento de los Tigres Asiáticos (Corea, Taiwán, Malasia y Singapur), la situación se complicaba, pues la competencia por la inversión extranjera directa (IED) era feroz: los países ex miembros de la URSS buscaban fuentes de capital para financiar su crecimiento, al igual que el empuje de los Tigres Asiáticos ofrecía condiciones muy atractivas para la captación de IED.

La estrategia de México ante estos movimientos, aprovechando la vecindad con Estados Unidos, culminó en la creación del TLCAN, el que en lo referente a inversión extranjera ofrecía salarios bajos y laxas o nulas normas para el cuidado y protección de los recursos naturales y el medio ambiente. Los efectos del TLCAN en la economía y en la sociedad fueron desastrosos, el campo y la industria no fueron capaces de competir con los productores de nuestros vecinos del norte, ya que la diferencia en los apoyos gubernamentales, los costos y la tecnología eran abismales; esto derivó en un incremento de las maquiladoras, empresas, originalmente mexicanas, que al no poder competir fueron adquiridas por extranjeros.

Además, hubo una caída de la producción de pequeños agricultores, debido a que los apoyos destinados al campo no lo capitalizaban por estar destinados no al respaldo de la producción, sino a atenuar las condiciones de pobreza y marginación. Los únicos ganadores con la firma del TLCAN fueron los grandes monopolios, nacionales y extranjeros, los que hasta la fecha sólo contribuyen a ampliar la brecha existente entre el desarrollo de nuestro país y el desarrollo de los EUA.

Recientemente, México celebró un tratado con Perú y la polémica sobre los tratados comerciales con Sudamérica no se hizo esperar, en donde el tema del agro acapara las discusiones. Según La Jornada (nacional), desde la firma del TLCAN la dependencia alimentaria aumentó de 27 por ciento a 50 por ciento, se incrementaron las importaciones de fertilizantes y se perdieron más de 2 millones y medio de empleos rurales.

De igual manera, existe temor por problemas fitozoosanitarios en los productos agrícolas de Sudamérica, como la fiebre aftosa, aunado esto a la posibilidad del coyotaje internacional. Tampoco los intereses personales o de grupo quedan fuera de este contexto, según El Excelsior, la Secretaría de Economía trató de persuadir a productores ofreciéndoles acceso a otros mercados, como el europeo, para aceptar la firma del tratado comercial con Perú. Hay productores que desde hace 5 años habían solicitado el acceso a aquel mercado y hasta ahora, en esas circunstancias, se les brinda la posibilidad.

La otra cara de este acuerdo comercial es la de la industria automotriz, la que sin duda sería el gran ganador en este acuerdo. Sin embargo, la mayoría de los beneficios obtenidos por la venta de automóviles pararían en manos de extranjeros y no de la nación, recordemos que México sólo alberga a las grandes automotrices extranjeras y carece de una industria automotriz propia, así que pregúntese usted: ¿qué gana el país con este tratado?

Estimado lector, mi objetivo con este artículo es proporcionarle un panorama sobre la actual política comercial internacional de México. A pesar de los múltiples acuerdos comerciales concretados, los beneficios al consumidor son escasos, los productores nacionales desaparecen en vez de incrementarse y la brecha para avanzar en el desarrollo de nuestro país se hace cada vez más grande. El comercio internacional, sin duda tiene grandes beneficios, los cuales, de no modernizar adecuadamente la planta productiva mexicana a través de la investigación y desarrollo, seguirán siendo una ilusión para nuestro país, tan hermoso y rico, pero tan vendido.


 http://ntrzacatecas.com/editoriales/opinion/2011/05/10/comercio-internacional-la-compra-venta-de-mexico/

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