miércoles, 26 de octubre de 2011

Crisis económica europea, viejos retos para la nueva economía


El euro, se bambolea tras malas decisiones relacionadas con la economía; permitiendo que la especulación reinara sobre la regulación. Retos nuevos, para una vieja economía.



Crisis económica europea, viejos retos para la nueva economía

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 9 de agosto de 2011

La mirada de gobiernos, inversionistas, banca y otros entes del sistema financiero está puesta sobre los Estados Unidos de América, su pérdida de prestigio, avalada por la calificadora Standard & Poors, ha provocado que el sector financiero mundial se ponga a temblar. México no es la excepción y es casi seguro que el Gobierno Federal monitorea las decisiones tomadas por el Presidente Obama y el Congreso de los Estados Unidos. De hecho, nuestro vecino del norte enfrenta una situación compleja que de no manejarse correctamente, puede pasar la factura al resto del mundo. En el viejo continente, la Unión Europea enfrenta por primera vez en su historia una crisis de grandes dimensiones. De ambas situaciones, la europea y la estadounidense, es probable, querido lector, que usted ya conozca parcial o totalmente los elementos detonantes de la crisis en Estados Unidos, sin embargo, se ha preguntado: ¿cuáles son los factores de la crisis europea? ¿Y cuál de las dos crisis es la más complicada de resolver: la europea o la norteamericana?
La Unión Europea (UE) es una región económica integrada por 27 países, cuenta con aproximadamente 500 millones de habitantes, cuya población tiene como característica un alto desarrollo humano y en lo político, los países cuentan con gobiernos soberanos que están a cargo de integrar, poco a poco, las políticas y lineamientos diseñados por la UE. Según su necesidad de infraestructura, tienen acceso a fondos compensatorios para alcanzar las metas económicas, medidas en términos del producto interno bruto, y fomentar además el desarrollo humano. Recientemente, la UE enfrenta una crisis económica al igual que los Estados Unidos, sin embargo, me atrevo a decir que su situación, a pesar de tener algunas similitudes con la crisis norteamericana, contiene algunos elementos adicionales que la harán mucho más difícil de superar.
La similitud más grande reside, en que la crisis europea fue desatada, al inicio, por el sector inmobiliario, según el diario español La Vanguardia, la mano de obra barata aportada por la migración ilegal y las tasas de interés bajas provocaron una expansión en este sector, situación que fue aprovechada por los europeos para hacerse de vivienda a un costo accesible; asunto que al momento de ajustar las tasas a su verdadero nivel hizo imposible el pago de los préstamos realizados para la adquisición de propiedades.
Además de la deuda así generada, el ajuste de las tasas de interés provocó que se redujeran de forma considerable los créditos privados para el sector productivo, creando una contracción de la actividad económica e incrementando el desempleo; que también afectará a los migrantes indocumentados disminuyendo significativamente el nivel de remesas enviado a sus países de origen.
Otro factor similar con los Estados Unidos, fue la pasividad con la que actuó el Banco Central Europeo (BCE), para evitar que estallara, por ejemplo, la deuda soberana griega y la deuda pública española pues era necesaria una intervención más oportuna de dicha institución. Con un mejor monitoreo y un mayor control sobre los mercados financieros pudo haberse evitado la planeación de la compra de deuda de los países que ahora están al borde de la quiebra. Ahora bien, existe una diversidad de factores que hacen que está situación sea de un trato más delicado que la crisis de Estados Unidos.
Para empezar, la diversidad cultural, de idiomas y, sobre todo, de aparatos productivos, hacen que una devaluación, medida usada en caso de crisis para aumentar sobre todo las exportaciones de un país hacia sus socios comerciales y al resto del mundo, sea casi imposible. El haber adoptado el euro como moneda, ha mermado en cierta medida la soberanía e independencia de los bancos centrales de los países miembros, los países de la euro zona, de haber conservado sus monedas, estarían en mejor condición de poder llevar a cabo una devaluación controlada de la moneda, asunto que ahora está enteramente a merced del Banco Central Europeo.
El siguiente aspecto a definir, es el asunto demográfico, de acuerdo al Director del Banco del Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi, un mayor porcentaje de la población se encuentra ya en edad avanzada, lo cual junto con la escasez de jóvenes merma los recursos humanos que alimentan al sector productivo y adicionalmente, disminuye en forma considerable la base gravable para llevar a cabo alguna estrategia desde el punto de vista fiscal.
De acuerdo a lo expuesto con anterioridad, se puede apreciar que la crisis europea cuenta con una mayor cantidad de elementos que la hacen más difícil de solucionar. A pesar de que se aproxima una catástrofe económica, Europa ha demostrado a lo largo de su historia, que tiene la capacidad para actuar bajo presión y tomar las decisiones correctas. No en vano ha llegado a ser la potencia que es hoy día a pesar de haber sufrido las consecuencias de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. El viejo continente aprende de su historia y es muy posible que esta vez no sea la excepción, probablemente, esta crisis sea el inicio de un capitalismo con un sentido más humano y menos especulativo, subiendo así; un peldaño más en su integración económica.

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