miércoles, 26 de octubre de 2011

Compromiso especulativo


Niego categóricamente, que profese un nacionalismo exacerbado, como dijo Felipe Calderón el día de hoy hablando sobre Pemex. Lo cierto es que me parece, y creo que la mayoría está de acuerdo, en que Pemex tiene primero un compromiso con México que con el extranjero y que el petróleo es, sin temor a afirmarlo, propiedad de los mexicanos. El éxito de Pemex y su compromiso con México es cuestionable y a continuación, mi opinión sobre el tema.


Compromiso especulativo

NTRzacatecas.com
René Fernando Lara Cervantes
Martes 11 de octubre de 2011

El pasado septiembre fue temporada de fiestas patrias; vestir las calles de verde, blanco y rojo, con las banderitas, prendedores y sombreros vendidos por los comerciantes ambulantes. Tiempo de recordar que debíamos sentirnos orgullosos de nuestro México y por supuesto de ser mexicanos independientes; o bueno, al menos ésa era la idea. Pero septiembre también fue un mes de sucesos importantes para la economía de la nación, de por sí inmersa en la crisis que se vive a nivel internacional. Y como muestra de la falta de compromiso para combatir las causas que lastiman y retrasan a México, nada mejor que la empresa paraestatal ícono del nacionalismo mexicano: Pemex.
En el pasado mes, según cifras de La Jornada (Nacional), la producción petrolera de crudo se vino abajo en 55 mil barriles diarios, cantidad que se incrementa dramáticamente, si comparamos las cifras de enero a septiembre de 2010 contra las de 2011. Se puede apreciar que el total de la caída de la producción es de 87 mil barriles diarios.
Esto no puede parecer tan significativo, ya que Pemex ha reportado excedentes por 17 mil 191 millones de dólares en nueve meses y aún mantiene su meta de producción oficial anual. Sin embargo, la caída en la producción es innegable que ha sido compensada sobre todo por las elevadas cotizaciones del crudo a nivel internacional, ya que su precio promedio ha estado hasta 37 dólares por arriba de lo presupuestado.
Aquéllos que estiman las cuentas en este rubro del presupuesto federal para 2012 han corrido con suerte. La conclusión de todo esto: tenemos una total dependencia de la especulación para que la industria petrolera genere ingresos. Entre otras noticias relacionadas con Pemex, se encuentra la de su reciente conflicto con la petrolera española Repsol, la que emprendió acciones legales contra la compra de acciones efectuada, alegando irregularidades en la operación. La Jornada (Nacional) informó que la adquisición se realizó con recursos de su filial PMI International, con sede en Ámsterdam.
Además, Suárez Coppel, director de Pemex, aseguró que el financiamiento de la empresa en México no está en riesgo ya que se invierte dentro de las restricciones presupuestales pertinentes. Sabido esto, consideremos ahora la siguiente situación: durante septiembre, inversionistas foráneos sacaron del país 4 mil 650 millones de dólares, siendo el mayor retiro mensual de financieros extranjeros en los últimos dos años, de acuerdo al Banco de México (BdeM).
El peso registró en ese mismo mes una devaluación de 12.5 por ciento que llevó el dólar a niveles superiores a los 14 pesos. La mayor parte de esa inversión estaba concentrada en bonos gubernamentales, lo que en realidad la hace estéril para el país, es decir, que sólo el inversionista ve florecer los rendimientos y poco se aporta realmente al desarrollo de la nación.
Ahora bien, si relacionamos la noticia de la fuga de capitales con el caso de las inversiones de Pemex en el extranjero y la caída de la producción, que está acompañada de un aumento en los excedentes monetarios por la venta de crudo; sería pertinente establecer las prioridades.
Pemex como empresa gubernamental, teóricamente debería estar comprometida, y más que nunca en tiempos de crisis, con el futuro del país. Así que, a manera de sugerencia: ¿por qué no mejorar la capacidad energética del país y otras áreas, a través de inversión doméstica; empleando recursos hoy abundantes, pero que según las variaciones del precio internacional del petróleo, corren el riesgo de llegar a ser sumamente escasos?
Para evaluar el compromiso de Pemex, considérese el ejemplo siguiente: el pasado 3 de octubre, La Jornada (Nacional) dio a conocer que Pemex extendió el plazo para que las gasolineras se sumen a contratos de ventas de primera mano. Tal contrato se refiere a la eliminación de la exclusividad para que las gasolineras distribuyan los combustibles, e incorpora a un tercero para el almacenamiento, distribución, venta y autoconsumo de petrolíferos. La idea es que una persona física o moral pueda adquirir petrolíferos directamente con Pemex Refinación. Como idea es buena, sin embargo, puede generar un incentivo perverso, ya que este tipo de esquemas funcionan bien en un contexto con una competencia bien regulada y con instituciones que sancionen, si las reglas son violadas; lo cual no es el caso mexicano.
Los gasolineros señalaron que estas nuevas disposiciones incentivarán el mercado ilícito de combustibles, además de violar los contratos anteriores, aún vigentes respecto a la exclusividad y venta de hidrocarburos.
Pemex es una empresa controversial que a pesar de ser uno de los íconos del nacionalismo mexicano recientemente ha estado perdiendo representatividad en ese sentido. La paraestatal de ahora parece distante de la nación, vende crudo e importa gasolina cara; disminuye la producción y depende del precio internacional del petróleo; e invierte más allá de nuestras fronteras (algo que en circunstancias económicas normales no tiene nada de malo), y ve salir millones de dólares de capital extranjero de nuestra nación.
Y, para rematar, incentiva aún más la volatilidad de precios de la gasolina con sus nuevos contratos de ventas de primera mano. ¿Por qué el gobierno y los administradores de Pemex toman tales decisiones? Una respuesta pueden ser las líneas de Macario Schettino, colaborador de El Universal, en su colaboración donde analizó las aportaciones de Steve Jobs, fallecido fundador de la empresa Apple. “Decía ayer El Universal, ‘adiós a un hombre que cambió al mundo’. Pudo hacerlo porque el cambio, en su contexto, no era sólo aceptable, sino anhelado. Como vamos, eso jamás podrá decirse de un mexicano”. Todo un reto. Hasta el próximo martes.

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